Serie de Trabajos Varios 16
El plomo escrito de la Bastida de les Alcuses (Mogente)
Pío Beltrán Villagrasa
1954
, ISBN 84-00-01381-6 /
978-84-00-01381-3 , 48 p.
[page-n-1]
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DIPU'I'ACIQN PROVINCIAL DE VALENCTA
.
INSTI'I'UCION ALT¡ONSO E¡. MAGNANIMU
INVESTIGACION PREHISTORTCA
DE
RODRIGO
CARO
SECCION C.S.I.C.-INSTITUTO ARQUEOLOGIA
DEL
SERVICIO DE
SENIE DE
TRABAJOS VARIOS
Núm. 16
EL PLOMO ESCRITO
DE
DE
LA BASTTDA LESALCIJSES
(MOGENTE)
por
PIO BELTRAN VILLAGRASA
VALENCI.{
1,954
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SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
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Y M U S EO P R OV I . N C I A D E P RE H I S T O I A
ESTE SBRVICIO DE INVEST'IGACION,PREHIST'ORÍCA
STJS PUBT.ICACIONES PARA MANTENE& Y
REMITE
ESTABLECER
INTERCAMBIO
CIENTIFICOS
Y
SEÑORES
ESTA ESPECIALIDAD.
CON
POR ELLO
RRESPONDIDO CON EL
LOS
CENTROS
INVESTIGADORES , EN
ENVIO
ESPERA SER CODE
LAS PUBLICA-
CIONES DEL RECEPTOR, ENTENDIENDO, CASO CONTRARIO, QUE NO SE DESEA SOSTENER INTERCAIUBIO Y SUSPENDERA ULTERIORES ENVIOS
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DIÉIJASE AL DIRECTOR DEL SERVI.
ToDA LA CORRESPONDENCIA
PREHIS'TORICADE LA EXCELENTISIMA
CIO DE INVESTIGACION
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
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DIPUTACION
PROV¡NCIAL
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INSTI'I'UCION ALFONSO
ET, MACNANIMO
SERVICIO.DE INVESTIGACI-ON PREIIISTORICA
sBccroN DEr, c. s.I. c. -INSTITU'I'O AnQUEOLOGIA
ITODRIGO
CARO
DE
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TRABAJQS
V-AAIOS
Núm. 16
EL PLOMO ESCRITO
DE
LA BASTIDADtr LESALCT]SES
(MOGENTE)
por
PIO BELTRAN VILLAGNASA
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1954
[page-n-4]
ISSN 1989-540
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I
DESCRIPCION
DEI", PLT)MO
Este insigne monumento se corlserva en el Museo del Servicnr
de Investigación Prehistórica de la Excma. Diputación Provincial
de Valencia, concesionaria de las excavaciones efectuadas en el poblado ibérico de "La Bastida de les Alcuses", de Mogente'
Apareció durante dichas excavaciones eI día 28 de julio de 1928,
en el fondo de la habitación n.o 48; salió arrollado baio la solera
de un pequeño molino de piedra, habiendo sido desarrollado y extendido por don Isidro Ballester. (Lám. I).
Fué publicada y descrita esta pieza, muy minuciosamente, en el
Anuario del año 1928 por los señores don Isidro Ballester Tormo
y don Luis Pericot García (1), a cuyas noticias me refiero para su
descripción. Publicóla luego don Luis Pericot en su Hisúoría de Es'
paña (2) y posteriormente lo fué por D' fosé de Calasanz Serra Rá'
fols en Anuari de I'lnstitut d' Estudis catalans (3) correspondiente a los años 1927-1981,y por D. Dorningo Fletcher (4).
"Trátase de una delgada planchuela rectangular, que mÍcle 180
milímetros de largo por 49 de ancho, y se halla escrita por ambos
lados en caracteres ibéricos". (Lám' Il y III)'
Las palabras de sus tres textos están divididas en líneas por
medio de rayas paralelas, y las palabras de cada línea están separadas por "interpunciones" formadas mediante grupos de puntos,
en números va¡iables y con diversas distribuciones, que en el texto B se
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(r) L BALLESTER TORMO v r. PERICOT GARCIA: "La Bastida Je
lu, ií".rr", (Mogente)" , Archivo de P¡ehistoria Levantina, I, 1928. Pág 190
y siguientes y lám. VIII. Valencia, 1929'
(2) L. PERICOT GARCIA: "Histori¿ de España", T. I. Pág' 4OB' 2'e
Ed. Barcelona, 1942.
(3) IOSEP DE C. SERRA RAFOLS: "Epigrafía. Noves inscripcións ibé-MCMXXVII-XXXI,
-Anuari
Vol. VIII'
de I'Institut d'Estudis Cataláns,
r¡quei".
1936.
Pág. S33 y siguientes. Barcelona.
(4) D. FLETCHER VALLS: "Inscripcionesibéricasdel Museo clePrehistoria
de üálencia". Instituto de Estudios Ibéiicos v Etnología Valenciana" n' 2, pág'
46. Valencia, 1953.
[page-n-6]
PIO
HELTRAN
\'¡LLACRASA
reducen a líneas verticales de puntos repasadas con trazos continuos, y en el texto C ¿ líneas verticáles de puntos.
Los tres textos están escritos de derecha a izquierda con signos
análogos o idénticos a los utilizados en otros escritos y monedas del
Sur de la Península, a los que llamaremos de un modo genetal, ibe.
ro-tartesios, y-en los que se notan grandes relaciones con los alfabetos monetales del N.E, A primera vista se observa que fueron escritos por más de Lln+.mano, y algunas variaciones en determinados
signos hacen pensar en dos alfabetos casi idénticos, pero no en su
totalidad.
El texto más largo, y quizá el último egcrito, contiene veinte
palabras, debe coinenzar por ab¡jo y le llamaremos A. Sus signos
estén distribuidos en-la fotma sig¡riente:
...,
,.
.
1." línea: Cinqo p4labl*q .r.o l, 2, 3, 4, .5, c94
41 signos.
. . 41 signos :
I + 9 + 6 + 8 + 9 signos,...
línea: Cinco palabrasn." 6,7,8, 9, Ib, con
.2.^
39 signos :
80 signos.
7 +7 +8+ I (al pie) +7+9;
3.' línea: Cuatro palabras n.o 11, 12,13,14 con
:
..... S5signos ll5signos.
8+7+10+l0signos..
palabras n.' 15, 16, 1¿ 18, 19, con
: 4." línea: Cinco
7 +7 + 10 + l(nexo) + 8 + I signos; 34 signos:I49 signos.
5." línea: Una palabra n.o 20, con
lOsignos,.
lOsignos: lSgsignos.
Son en total veinte palabras con 159 signos sobre las cuales fué
pasado un punzón o estilete produciendo tachaduras horizontales,
de las que se salvaron pocas palabras (las n.o 15, lB, 19), ignorando
cuál fué el motivo que originó esta práctica.
De las veinte palabias, se repiten las siguientes :
'T',as
n.o 13 : 20, las cúales sq diferencian de la 14 en el último
sigr.t
'=
Las ,1." I : 15, qrre se diferencian de la 7 en el último signo
y de la 18 en los dos últimos.
L1s n," 5 : 10, que splamente se diferencian en ligeros detalles.
Existen ligerísimas diferencias eutre signos que deben ser igurrles, pero no es posible decidirse mientras no se conozcan más textos ion alfabetos idénticrrs al de éste.
,El signo sr"reltoque-forrna la palabra 2,0 pudo ser un error dei
amantiense, que no debió continuarla; sin embargo, qsto no es
dpfinitir,'o, y. regularrnentg es impo¡tante para la lectura total.
En- realidad, quedan 16 palabras drstintas o, si se quiere, 1,3,
t
{
[page-n-7]
EL PLOMO ESCRITO DE LA T'AA.TIDA DE.LES
ALCUSES
'
con le diferenciación' de algunas úr¡icamente por sus dos útttfnos
signos,de lo que se deduce que se trata de verdaderasf¡a,'qqp;'l
Las desinenciasson también pocas, puesto que se reduce¡r a las
siguientes:
a) Los dos últimos signos de las palabras 5-I0 y 13'2CI'
b) Los dos últimos signos de las palabras 9-15, 16, LL, 4, 17,
12, L, 6,2. I, B.
ra
c) Losl dos últimos signosde la palab 14.
d) Los dos últimos signos de la palabra 7.
e) Los tres últimos signos fle la palabra 18'
Al estudiar el texto más detalladamente, veremos que en realidad, son dos. terminaciones distintas, dando lugar a un sonsonete
o salmodia que deja a las palabras inclependiejntes entre 5í, tr¡or lo
cual se ha pensado, a veces; que se trata de una cuenta o de anotaciones de especies u objetos varios, con núrneros indicados medilante los grupos de puntos que siguen a las palabras.
En la cara opuesta contiene los textos B y C. El primeramente
escrito hubo de ser el C, que üene las palabras incompletas por
haber sido cortado con una tijera al utilizarlo para escribir el A,
Ambos parecen tener el mismo alfabeto, si bien no puede asegurarse lotundamente por ser corto el C'
El texto B, contiene diez palabras distribuidas en cinco líneas;
debe comenzar por arriba, ,v contiene los siguientes números de
signos:
1.' línea: Dos palabras n.o l, 2, con
18 signos :
9+9 signos,
2." linea:
18 signos,
Tres palabras n'o 3, 4, 5, con
20signos:38signos.
6+9+5signos,.
3.' línea: Dos palabras n.o 6, 7, con
9+3 signos,
12 signos :
50 signos.
4," línea: Tres palabras n.o 8, 9, 10, con
8+5+3signos,.
.. l6signos:66signos.
Las diez palabras son distintas, y deben formar' un relato contínuo, sin las desinencias ni las repeticiones del texto A.
[page-n-8]
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ltDil.f,áA¡
r¡EI¡AGR
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El texto C tiene cuatro ¡mlabras en dos líneas eon la di*ribución síguiente:
I
6
l.' línea: Tres palabras n,l I (ipcornpleta),2, $
con 5+3+9 signos....................
17 signos: l7 signos
9." línea: Una palabra (incompleta) con
'
2 signos y qlrzá parte de otro anterior,
:
3 sigr-ros 2Osignos:
El plomo üene en total: 159+66+20 signos:Z45 sig¡nos.,
En el texto más largo, al que llamamos A, hay 27 signos distintos, pero uno de ellos es un nexo, resultando, en realidad, 26.
En el texto B (intermedio), que no tiene nexos, hay 2l signos
distintos, casi todos coincidentescon los del A.
En el texto C, también sin nexos, hay 15 signos distintos que se
corregpondenidénticamente cun, los del-A.
A'continuación va el cuadro de los signos clel Plomo de Mogento y su comparacióncon los del alfabeto monetal del N.B. según se
comprobará en lo que sigue.
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[page-n-9]
EL
PLOMO
ESCRITO
DE LA
BASTIDA
DE LES
AI,CUSES
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MO6ENTE
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[page-n-11]
II
OBSERVACIONES GENERALES SOBRB LOS
ALFABETOS Y LOS IDIONTAS IBERICOS
Llamarernos "alfabetos ibéricos" a los españoles no coincidentes
con los griegos, latino y púnicos, y todavía eliminaremos otro, muy
distinto del monetal del N.E., que aparece en monedas del extremo
Sur de la Penínsul¿r. En cuanto a las lenguas usadas en la Penlnsula,
prescindiremos de todas las regiones donde no se hablaran las ibéricas, y, por tanto, de todas las celtas y celtibéricas y de los textos en
ellas aparecidoq aunque algunos'pudieran proceder de la parte ibé-rica. como sucede ¿¡ la invers¿. con textos celtibéricos hallados en
terreno ibérico.
Si los textos cle Mogente están escritos con uno o dos alfabetos
ibéricos, será necesario dar previamente algunas nociones generales
sobre éstos últimos, que han sido investigados partiendo de noticias
antiguas por su comparación con otros conocidos y atendiendo a
nombres geográficos o personales que se conocen, escritos con alfabetos ibéricos y con los alfabetos latino, griego, etc., bien determinados.
Es evidente que para estas comparaciones hay que conocer cómo
sonaban los nombres antiguos y así poder fortalecer aquellas identificaciones de signos que permiten leerlos-sin esfuerzo y que relacionen a los idiomas propios con otros conocidos antiguos o modernos. Es evidente, que este esfuerzo se simplificaría mucho, con
el hallazgo de textos bilingües; pero hasta el momento no han aparecido.
Todos los tratadistas citan un. texto famoso de Estrabón (III, 1-6.
'"graVersión española de García y Bellido, pág. 66), referente a Ia
mática" de los Turdetanos, de los cuales dijo que eran los más
cultos de todos los "iberos" y que tenían "escritos de antigua memoria, poe¡nas y leyes en verso, que ellos dicen de seis mil años".
Ta¡nbién dijo, <¡ue los pueblos iberos hablaban lenguas variadas que
escribían con diversas grafías. Pero todo esto es mlry poco y, además,
incierto.
Los montunentos hallados delr¡uestrali que los pueblos meridio-
[page-n-12]
l0
PIO
RI'LTAAN
VILLAGR,{.SA
nales que formaron en algún tiempo el imperio Tartesio (Turdetano?) y que parece llegó a extenderse desde la desembocadura del
Tajo por toda la costa y por Andalucía hasta el Cabo de la Nao (Alicante). usaron va¡ios idiomas afines ent¡e sí, que escribieron mediante diversos alfabetos, pero tan semejantes que pal.ecen proceder de un tronco primitivo o "proto alfabeto", y que estas grafías, en su expansión a través de los tiempos, llegaron hasta los Pirineos y hasta el río Aude, sufriendo transformaciones pero conservando los elementos fundamentales de su fonética, y palabras que
se repiten en todas las regiones donde se empleaban los alfabetos ibéricos, con las restricciones y excepciones indicadas más arriba.
Dichos alfabetos "ibéricos del Sür", son muy análogos entre sí
y al "ibérico del N.E.", aunque existan entre ellos diferencias muy
importantes que obligan a estudiarlos individualmente y en sus
relaciones rríituas, partiendo de signos idénticos en todos, que pueden servir como puntos de partida para investigar los aún desconocidos, Sin embargo, hay algunos casos, en que un rnismo signo
suena cle muy díversas maneras en varios alfabetos y ello nos jndica la prudencia y reserva con que deben ser admitidas las identidades entre signos iguales procedentes de distintos alfabetbs y
cómo es imposible dar resultados definitivos, sin conocer rralabras
escritas ala vez con varias grafías.
Atendiendo ya al cuadro adjunto de alfabetos, es conocido el
monetal ibérico clel N.E. con 30 signos, de los cuales prescindiremos de los que tienen números acentuados. Los restantes forman
tres grupos: el primero, ¿), es de consonantes puras; el segundo, b),
de vocales, y el tercero, c), de signos ecluivaientes a las parejas de
sonidos t b-p; g-k, cl-t, seguidos de cada una de las cinco vocales
que se usan en castellano. Prescindimos de los 2' y 2", que no salen
en los textos del Sur; del 6', por ser forma especial del 6, y del 6",
por ser rarísimo en el N.E. y no haber aparecido en el Sur, y quedan sólo 26 signos. que se corresponden en número y valor, "según será probado", con los 26 distintos del texto A de Mogente.
Además de estas coincidencias primarias, hay otras semejanzas
que ayudan mucho en la investigación combinándolas con un método puramente mecánico que se funda en el postulado según el
cual "los nombres ibéricos son de fácil pronunciación" y de acuerdo
en sus sonidos con los resultantes de los plomos de Alcoy (y sus
análogos) escritos con letras griegas y del Bronce de Ascoli que tiene nnmbres ibéricos de soldados escritos con el alfabeto latino.
Con estos ¿ntecedentes,se puede h¿rcerun catálogo de palabras
ibéricas escritas con rrn cierto alfabeto y "prescindiendo en abso-
[page-n-13]
,u,.
;
;;-:",;-
*,u,"",¿',1
con sus primeros signos vn¡i¿s reglas de situaciónr )r:pronlrnciación
'entre las cuales enrrnciámos las siguientes:
, l.'- Si el segundo signo de una pglabra;es..deli.,grupo a), el inicial no es del rnismo grupo; exceptúase,e{r Barcelona,:Iglesuela, I-iria, Sinarcas, etc.., etc., el signo 2-2' inicial, que da :lugar a pala.
bras impronunciables, si el .2' no contiene sonido. de vocal," de lo
que resulta que el signo 21,que es.n en las monedas-ile Clunia, va con
un interrogante para la región de fa costa eR::relacién con'el grupo ci.i
tadg y con otras palabras de la misma pJocedencia.
2." - Si el primer signo de u4a palabra es del grupo a), el segundo es del grupo b).
Esto se verifica siempre salvo en, casos €xcepcionales, como la
sucesión 6'-22 de la Placa de Lruaga, (Celtiberia) y las 6'-24 ,y,,fi'-25
de los textos de Mogente.
: .:.: :
Quizá el mejor método de separación de las .vocales en los' alfabgtos yq estudiados, consiste en identificar:el sigrxo que suena J,.que
se obtiene inmediatamente en las monedas: bilingües,,de GILI, y
qug se conserva casi inalterado en varios alfabetos, y observar que
en todas las palabras que comienzan por é1, su segundo.signo es
siempre, sin excepción> una de las r:inco.tsocalss flsl:grupo b).
Cuando se conocen pocos.textos escritos con'un alfabeto, estas
consideracionesr {lo son suficientes para, distribuir sus signos en los
tres grupos indicados. Pe¡o aún en este caso, pueden servir de auxiliar€f p4ra Ia comprobaciérr, "" posteriori", ,de los resultadbs cibte. : :"
nidos por otros caminos.
Como en todas las investigaciones de esta. 'índole, lo más recomendable es el empleo de un método mixto, y así hemos de hacerlo
para determinar el alfabeto completo del texto A de Mqgente.
Comenzaremos por el signo 3, que suena / en el N.E,, y que
aparece. en los tres textos de Mogente. Se sabe que en todas las lenguas ibéricas las ytalabraa nunca camienzan por r, y esto da la se,
gu¡idad dg qp" en ninguna palabra simple y compuestá:haya ni al.
principig,. ni en el centro, ,ni en el final, la sucesión de los signos
corr.g.spondientes a .Ios sorridos i,r
o r,i, que habrí¿r necesidad de
pronunciar rrr. Aplicando estos dos criterios a los alfabetos del Sur,
quedan eliminadas las correspondencias,con i de todoS:ilos signos,
menos los situ¿rclos los lugares 4, 12 y 21 y, posiblernente no han
en
gtledado eJimin¿rdos los .12 y, 21, por no €onocer suficiente' número
de palabras. Además, ,clranclo'en la investigaciónide' un alfabéto se
van dete¡min¡ndo valores fonéticos de,¡¡luchos signos; resultan palabras i¡npror.rprlciables admitiendo las soluciories 12 o 21, For tán-
[page-n-14]
12
r'¡() REtTnAN vrf,l,AcnAsA
to, el sonido i está repr;eséntado en los alfabetos del Sur y err los
ile Mogente por el signo 4 que ap¿rrececon dicha form¿r y sonido en
la ceca septentrional de Ai,ia¿i.
Refiriéndonos ahora al texto A de Mogente, la palabra 5 suena
(como se verá más adelante) aiduai-begi-abe
y la 10 en Ia forma
mientras qne en los platos de 'Atrengibre hay
aiduav-begiLabe,
otra muy rbpetida: que srr-eria¿ddui - pen, lo cual lndica que el buen
ñmanuense del Plomo de Mogente no hallaba grandes diferencias
de pronunciación eñtre lr¡s dbs signos 3 y 4 qrre se podlan confundir y puso i po,* r, dando una prueba caslra'I de la gran seméianza
entre'¿rnbos sonidos qrre cortfirma la citada evaluacióñ del signo
I
ibérico del Sur, 4, con la i.
" r'
Precisamente la palabra citada cle Abengibre, es una cle l¿s compuestas, aludida más arriba, que da la imposibilidad de que el signo 13 de N{ogente idéntico al 4 clel N.8., suene i como este último
sonaba en las moneclas ln textos del N.8., pues err la palabra
afdur(.pe)n irían seguidos los signos de valores r,' i. \{ás adelante
razonamos el sonido clel signo 13 en Mogente v esto contribuirh a
deshacer el'equír,oco de: suponerlo i porqrre así súena en el alfabeto
del N.E,
En cambit¡, hay signos que siendo idénticos en el N.E. y'en el
Sur, conservan los mismos valores fonéticos, y esto puede ser pr'obaclo 1' ¿dmitido mientras no. se presenten ejemplos que anulen
dichas equivalencias. Existen varios signos en estas condiciones o
parejas de signos que solo se diferencian, a lo sllmo, en el sentido en
que están dibujaclos.
Estosi son los siguientes :
L = t . ,2 : n , 5 = s , 7 : a , 8 : e , g : i , L L : u
:
74: l1i: yti, 16: bu : pu, lLg gui = ki, 24: di : t i,
26: clu= tu.
Con solo esto quecla comprobada la gran sernejanza esenclal en.
tre ambos alfabetos, pues contiene signos cle los tres grupos, que'es
una analogía fundamental. y no es demasiado atrevimiento suponer
la correspondencia grr parejas cle los 26 signos de uno ¡r otro, y
y
domenzar por asirnilar los muy semeiantes como los 2}:go:co
los 22=da=úa, que solarnente se diferencian en haber girado un
cuarto de vuelta. For cierto, que en Cogul (Lérida), la forrna del 20
es la del Sur.
Hay otras .parejas muy pareciclas corno la segurrda forma del
N.E. del signo 13, que es procedente de un tiesto de Liria y le forAnálogamenilra 2." del texto A de Mogente, lo cual da Ll=be:pe.
pero en e.stos casos que no
te salen, 1^ 17=ga:ka y 23-de-t6
[page-n-15]
EI.
PLOMO
ESCRITO
DE LA
BAST¡Í}A
DE LES
AT.CUSES
son tan claros, será necesariobuscar comprobacionespor otros caminos.
Si queremos hallar otras equivalencias,procuraremosque no se
opongan a las reglns de situación y pronunciación de los signos en
las palabr:rs. Tomemos como ejemplo el caso del signo l0:o del
N.E., que e-srnuy parecido al que se le añade procedentede los tres
textos de i\{ogente, de los platos de Abengibre, de las monedas de
Obulco y de otros textos del Sur. Admitido el signo l: ! que resulta de muchos textos, y sobre todo del letrero indígena del nombre
¿q
de Cástulo, y supuestas .ciertas las equivalencias_ ,4 psrejas
Y, 8, 9, 11 de las otras voeales,hay una palabra de Abengibre'que
comienzagmr I a la que sigue el signo que ahora se estudia, el cual
necesariamentees unu oocal, y rinicamente puede sonar o y con este
sonido hay que identlficado.
Resumiendo lo acordado h¿sta el momento, quedan ¡ror identi6
ficar en el cuadro, el _signo del grupo c),y los 12, 18, 15,.L7, 18, 21,
y 25'del c), que iret'nosi'dentiffcandoc,tmenzandopor los más fá23
ciles y utilizando el método tradicional de comparar los nombres
indígenas y latinos equivalentes que aparecen en las monedas áel
Sur, y que corresponden a ciudades o a sus rnagistrados y atendiendo en cada caso a todas las circunstanci¿rsque den luz sobre
estas cuestiones.
[page-n-16]
[page-n-17]
IIt
CASTULO Y SUS MONEDAS
r
.1.:;.:.
Los autores antiguos hacen referencia a dos Cástulos muy distintos, situados uno en Celtiberia y el otro en las estribaciones meridionales de la Sierra Morena, sin que hasta el momento conozca monedas de uno u otro con el nombre completo, qscrito con letras latinas para poderlo comperal con el que tiene signos ibéricos'
Del Cástulo del Sur se conoce un grupo muy numéroso de monedas que tienen un busto o cabeza mult uniforme y en el otro lado
una esffnge parada, o andando, acompa.ñada de letreros latinos correspondientes a nombres de ciudades o de magistrados, o con letreros indígenas que deben ser correspondientes a nombres de ciudades (5).
En uno de dichos ases hay una cabeza diademada aeompañada
del nombre o nombres SACAL-ISCER, que está escrito sakarisker
en el plomo de Alcoy con su alfabeto peculiar y en el plomq de Liria con signos del N.E., y en el reverso la esfinge tiene debaio la
palabra SOCED (no interpretada hasta el momento) y delante el
nombre CAST que el P. Flórez completó para formar el nombrc
CAST(ulo) aceptado por todos los autorés posteriores como correspondiente a una ciudad oretana de la Citerior muy próxima a la
Ulterior, y cuyas rüinás identificó don Francisco Pérez Bayer con
las del despoblado de Cazlon¿r cerca del río Guadalimar y del Guadalquivir, no lejos de las ciudades de Linares y Baeza, durante'óu"Viaje Arqueológico por Andalucía y Portugal" en el año 1782.
Otros ases, de tipos idénticos a los, señalados, contienen baio la
esffnge un letrero, retrógado o directo, identificado por todos los
autores con el nombre indígena de'la ciudad y algunas letfas ibéricas sueltas, y no interpretadas, en el anverso o en el reverso.
(5) En realidad, gran parte de lo que sigue fué llevado al Congreso. Aro.r"ólóei.., del SudestáEspiñol dc Elchc. cn el año 1948. con el título "Notas
las teorías al tratar de
óbt" ti*n' ibéricos", y a-hr,tasc lepite. conrpletándose
identificar el alfabeto del texto A de Mogente, que es materia qr¡e juzgo fundamental. Pcrclónesemela repeticiírn, que lleva algunrrs moclificaciones.
[page-n-18]
t6
Pro
BItLl'JLrN
vrLLAcIla
EI nombre incompleto CAST hizo que los autores vacilara¡r e$
su atribución a varios pueblos de Andalucía, hasta que en 1857 al
redactar don Antonio Delgado, el catálogo de la colección del c¿rnciller Gustavo Lorichs las atribuyó a Cástulo, comparándolas con
la antedicha latina y atendiendo a lo abundantes que aparecen
de
en los hallalfuos'mónetales la Manéha Baja, y de3deeritonces,han
sido atribuídas unánimemente a la citada ciudad de Cástulo en
con ull toro parado y de los cuadrantes
compañía de los ser-nises
con un jabalí corriendo,
en
El nombre indígenade todas ellas aparece-escrito nna'de l:rs
formas:
d )H 4 O M A e ) A l Y O f \ H
é)AP1Ol.\\f) t4O|YA
c ) A l Y l O N {s } A M O 4 +
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APIOt\N¿)AtYOt\+
,¡)
a) Colección Vidal-Quadras
Ramón n.o 207,1ám. 1. n." I5,
b),c) cI) a) l) Colección de don |oaquín
Albacete.
Sanchez ]iménez. de
g) h) Abundantísimas en todas las colecciones.
Las letras CAST de la leyenda latina comparadas can la indígena solamente dan la equivalencia del signo L7:ca, que no disuena
por su fornta, y el 5:s, ya admitido, y la circunstancia de'que el
signo central depende de la ú. Si admitimos como correcto el nombre ctí,stulo de los autores antiguos rest¡ltaría r¡ue el signo ibérico
central sonaría como úu y los siguientes I y o. La'equiv4lencia del
signo central con el sonido ¿t, ¡gs¡rlta difícil por existir textos que lo
adrnitido unánimemente'
contienen juntamente cou el 26:clu:úu,
es correcta y resulta clara en otros lugares,
La equivalencia del l:l
y tampoco hay duda que los signos finales equiv:rlen a o, sobre todo, partiendo de la forma c), que es idéntica a la del N.E. La forma
de la o en IVlogente, es :rnáloga a las que tiene en estos ejemplos.
Volviendo al yalor del sigrto certtral será necesario aceptar que
el nornbre "Cástulo" es ura versión tnoderna (como aparece en lápidas tarraconenses del tiempo cle Haclri¿rno) y que antes se llamó
[page-n-19]
F&
PI.OMO ESCNI.rC' DE I"A BASTIDA
DB LES
ALCUSES
17
de otra mAnera, como sale eD un "castlosaic" tlue figura en una Iá*
pida de la localidad. Así misn¡o, las versiones meclievales dan las
formas Castelona O Castalon¿ry en las monedas godas apareCe en
las formas CAST-L-NA, CASTELNA y CASTILNA'
[page-n-20]
[page-n-21]
IV
LAS MONEDAS CON LA LEYENDA OBULCU
Hay muchos ases,y algunas piezas mayores, que llevan por un
lado una cabeza femenil muy característiea con mofio, y delante el
nombre OBVICO que se srlpone correspondientea una ciudad de
la Bética, mientras que en el otro llevan arado y espiga y algunas
vecesyugo y en algunosdos nombreslatinos de magistradosque resultan ser AID(iles), o de dos nombres indígenas escritos con un alfabeto ibérico,.o de uno solo indígena'.qupmáq adel4nte se:verá l0 que
significa.
Entre los ases que tienen dos nombres indígenas entre arado y
espiga los hay con uná de las parejas escrita en dos formas Cistintas
a) (Vives, lám. XCV. 7) V b) (V Q R. n.' 5lg e improntas de Vives)
no existiendo dudas de que correspondena los mismos magistrados
al ?&x\,
hl MX 40H(
M X 4 0 l l l ?& D(\
cuyos nombres son legibles en parte, ya que el signo 3 de a) I es
idéntico al inicial de algunas monedas de tergacom, aparece en la$
monedas de contebaconr. (Contrebia crárbica) y redondo en muchos
tiestos de Liria, leyéndose en los nombres e0deki y }lcos. Si este sig.
no euadrado suena d,e-te, el análogo segundo de la palabra a) 2 no
puede sonar igual.
Además dé'los dos signos iniciales de los nombres al 2 y b) L
son del mismo sonido y, en cambio, han de ser distintos de los 2
de a) 1 y 4 de a) 2 q:oe hemos identificaclo con los sonidos go-ko.
Para determinar algunos de estos signos comparemos uno cle
os nombres con otro latino idéntico que aparece en semises (Vives,
XCVII. 5) que tienen por un lado un "Toro parado" sobre el nom(venet) de rur magistrado y
bre OBVLCO,.y,,brijo el de VIINIIT
"Aguila explayada" bajó el nonrbre RODILCOS cle un
en el otro
[page-n-22]
PIO
BELTRA}í
VILL.{GRASA
indígena homénimo del que figura en los ases,pues fácilmente se
las correspondencias
siguientes:
estahlecen
MX40lil
tr4xlox
,S COL BO
DI
que IIos dan do¡ foqmas del signo inicial equivalente a bo - po y la
-del
segundo con d! - ti, y el nombre indígena de
eguivalencia
Cástulo qu9,hlb-hmos dejado ern suspenso sería castilo. Esta forma
del signo-dj -;t dividtuá a lqi {fqb,gtos' ibéricos dei's*
do, gr,.r.
"ri
pos ,egúrr'ú,lg ;".iügar¡
el signo ,gitado' o la forma de tridente
co,
-mo en lo! textoi de Mogente, y eitas formas parécen exóluirse
mú{uamenter por lo menos en Obulco hasta la fecha.
Esta equiválencia dé ambos signos iniciales, se refuerza por'haque tienen eI busto femellarse en ciertas piezas grandes, y en ¿rses,
nil cit¿do y. OBVLCO er. llos anversos y un sólo nombre indígena
en !o¡ revelsos, priesto bajo arado, espiga v yugo en una de las clos
formas:
, .1'
A4r!tAA4DKn
que se leen ibolna, o ipolca mal interprétadaS pór los autores del
siglo pasado que las supusieron correspondientes a un magistrado
indigena. Pero en lápidas de la comarca que se extiende por Priego,
Cárcabuey, Almedinilla (Provincia de Córdoba). Alcaudete, Alcalá
del Río (Provincia de Jaén), hay citados varios personajes que fueron "fpolc.onenses" o naturales del "Municipio lpolconense" (C. I.
L. II. n.' 1646 de Alcalá) o l'Ipolcobulconenses" (n." 1643 entre Priego y Alcalá, n.o 1651- 1652 en Carcabuey y otro título en Alcaudete), dando lugar al nombre sencillo "Ipolca" o al doble "IpolcaObulco" que coincide con la reunión de'los dos que tienen las citadas monedas.
Atendiendo a estos hechos, cabe pensar en que la "Obulco cognomine Pontif.iciense" (Plinio Nat. Hist. I-IIL cap. I.; Estrabon
2126'2125'
III - 2, 2 y 4, 9 - Ptolomeo oBu).xov
topaoi.oq- C.I.L. II
2132 etc., etc.) correspondiente a la actual Porcuna, le haya dado este
nombre de¡ivado del indígena "Ipoloona", siendo "Ipolca" sü nom-
[page-n-23]
IjL
PLO.\.IO üSCRXTO DE LA
tsASTID"4, DE LES
ALCUSES
':I
bre antiguo. También puede pensarse en que en la región de las
lápidas citadas hubo otra ciudad con nombre parecido a Obulco y
próxima o gemela con otra lpolca, de acuerdo con una cita de Apiano (lbérica, cap. 68 - F. H. A., t.o IV, pág. lfS) en la cual se relatan
las guerras de Viriato cerca de las ciudades de "Gemella" y *Obolcola" y este último nombre parece corresponder a una *Obulco minor" (Obulcula). También en el camino X dei itinerario llamado vulgarmente de Antonino hay una mansión llamada "Obulcula" entre
las de "Carmo" (Carmona) y "Astigi" (Ecija).
En los Platos de Abengibre, no ha salido el signo de di - ti en
forma de tridente, y son del mismo grupo que.los letreros de Obulco;
más adelante insistiremos sobre este grupo de signos en relación
con Mogente.
En el texto A de Mogente no existe un signo que sea idéntico
a los ya estudiados corno bo - po, ni tampoco iguat que el otro anáIogo de Obulco no leído; esto, no obstante,hay uno análogo incfuído en el cuadro con el número 15 y que provisionalmente leeremos bo - po.
[page-n-24]
[page-n-25]
v
LOS ASESDE
*ORKE" Y
OTRASEMISIONESANALOGAS
IIay ases muy comunes, oon cabez.a
v¿ronil en.los anverso3,que
tienen en los reversos un :iinete con lanza y rodela ¡ bajo ó1, una
leyenda directa de formas varias como las:
I.IPK*KI.'
FPI(*KII
PP \K IT',
K
¡ t
leídasintuitivamente por Sestini(1817)como VRKEKAN o VRCECAN
y que luego Felicien de Saulcy (Essaf- Leyenda 117) atribuyó, t4rnbién intuitivamente, a "U¡ke Bastitanorum", supuesta sifuada en el
Sinus Urcitanorum o Golfo de Almería, tierra adentro sobre el Río
de Almería.
Una ceca vecina emitió ases análogos con otras leyendas que
también aparecenen denarios que üenen un jinete armado de lanza
y rodela y que lleva otro caballo de las riendas,
Los letreros citados son de formas muy variadas y entre ellas
las siguientes:
fuAf'O=
f.r^f\.o+Kl..t f.r^l.
o+Kf.¡
f'JAl.
o+KI\ r.'At
ol-'+rN NAf.Of.+K
l¡
Los dos últimos signos forman aquí, y.en el grupo anterior, una
desinenciacomo Ia -ken propia de las monedasde la costa del N.E.
y Levante y el signo anterior ocupa el lugar de la -,i detrás del nombre de la ciudad en las citadas monedasy admitiendo análoga formación en los nombres que ahora se estudian, resultan las lecturas :
orke- s -ken; tkal0-i; ikalQS-ken;
ikal}n'í
ken;
[page-n-26]
BIO
BELTRAN
VILLAGNAS,{,
correspondientes a dos pueblos o tribus de los orke-tas y cle los
iknl)-tes o ikal\n-tes cuya situación exacta no es conocida aunque
p¿rece gue fueron costeros y no muy al sur del Cabo de la Nao,
pareciéndose su nombre al de los igletes de Ia costa, frente a las
Baleares.
'Es :fácil
comprender que, o sriltonetnos que este alfabeto es en
todo análogo a los del Sur, o aon solo dos nombres resulta im¡nsíbh .dcfibltfühar liónl:Cbg'úrfdad 3üi s!focií y, aóbiettoilb' bl: eüdrto
de las leyendas de arriba que hemos dejado en blanco.
como o ó como gu-ku; pero secoEste signo ha sido considerado
noge la 5¡i¡s florla:voint o y no lqb sido visto e}puntg centrd cprifo en
d gt&u dnl N.El; esr to cuaüno parbc€ir eonflrmados edtos sonlüib
para un signo que es muy análogo'a loe depéndientesdé lob'soúi
dos d, ¿.
i
I
.
tl
[page-n-27]
VI
SIGNOS BILITEROS EN LOS ALFABETOS DEL SUR
CORRESPONDIENTES A LOS SONIDOS BE - PE
¡
I
Si atendiéramos únicamente ¿ la semejanza entre signos de va.
rios alfabetos, tendríamos que los números 18 de lr,{ogente habrían
de ser identiffcados con el 4 - i del N.E. o con la variedad 2." (Liria) del 13 del N.E., y como la primera identificación no es posible,
queda la seguncla como muv probable. Esto, no obstarrte, y para no
proceder exclusivamente por impresión, acudiremos a casos de los
que resulta que,en muchos puntos del sur el signo 13 de Mogente
swena be-pe.
Comenzaremos por un As muy raro (Vives, ceca 96, lám. LXXII)
conocido por pocos ejemplares [Delgado: Catalogue de Lorichs,
n." 1302 con leyenda incompleta. - Fernández Guerra (D. Aureliano) : Carta dirigida a Mr. Caumont a_comienzos del año 1860 explicándole y dibujiíndole "una moneda de Iliturgi" que acababa de
adquirir. Rada y Delgado : Bibliografía Numismdtina Española,
pág. 2BB, L. - Z6bel de Zangróniz: Estudia histórico de la anti:
grru moneda eqpañol.a, T. II, pág. ll4, 3, como de Iliturgi. - Pujol y Camps: Epigrafía Numistruitica lbérica, n." 2fi2. Copia incorrecta y explicación de su nota siguiendo a Zóbel. - El mismo, de
nuevo. Más datos sobre Epigrafía lbér'ica, en el Bol. Real A. de Hist'oria,2 de mayo y 16 de iunio de lti9Ol que tienen un busto análogo
a los de Cástulo o del Stu y en el otro lado un cuadrú¡mdo (lobo ?)
ithi,phalo andando a derecha, encima una estrella de ocho radios y
débaio una leyenda directa, siempre mal copiada que no se ve
clara en el ejemplar del .Museo Arqueolégico Nacional y sí en el
que posee el Instituto de Valerrcia de Don Juan (que antes fué de
don Aureliano Fernández Guerra), y en el que se lee:
rf o$P.F
[page-n-28]
Pro
26
BELTnAN
vTLLAGRAST\
"iliturgi"' ni hallar semejanzas entre
sin que sea posiblé interpretar
l"ti"os iliturgenses (Vives' lám' CVI)'
estal piezas y Io,
","'
el apéndice lateral
Todos los signos están cl¿rros' salvo, quizá'
ni inconveniente'
del 4,", qo" prr"di"ra falt¿rr. No hay dificultad,
para leerla Provisionalmente:
i-t-di-O-t
- g u i '6 i - I - d i - O - ' - g i '
^
sin leer y que con arreno pudiendo ser i, el siguo qué se ha dejado
y a los signos va
glo a los principios fundamentales enunciados'
que dependiera de la b'
áeterminados, será un bilítero. Suponiendo
con la cita de Esteban de
se relacionaría el nombre de las moneclas
'EhBriolr¡, r¡dhg faptT¡ooov
Byzantio, tomada de Hecateo, el cual puso
al nombr€: Qü€' r€o'r"", Eliberge de los Tartesios, muy parecido
ya establesulta de las monedas y que conforma la equivalencia
cidaparalos,soniclosdi..ti'EnObulconohanaparecidotodavía
no suceda' hapalabras con estos signos, y mientras tanto esto
- pe a signos no identificados
Lrá necesidad de dar-los sonidos ba
de sus monedas.
- pe atendiendo a las
Se afirma la solución propuesta para be
muy especiales y en una de
monedas de Iliberi (Granada), de tipos
nombre moderno'
las cuales, de gran módulo, está contenido el
las tres piernas de
FLO - REN - TIA cle la ciudad, escrito entre
que en el otro lado hay
una "Tricluetra" con cara humana' mientras
que tiene delante un
un busto barbudo con gálea empenachada'
ramo de laurel (Vives, Ceca 98, Iám' LXXII' 1); el sobrenombre
..Florentia,, aparece como de dicha ciudad en las
(o nombre) de
las que figura
iápidu, granadinas que salieron en la Cancillería, en
Florentinorum lliberritanorum"
aál"ante el "Ordo Municipii
"oLo
pleito sobre la
y que resolvieron en favor de Granada el antiguo
situación de la ciudad de lliberri'
Hay otras piezas, del mismo tipo que la grande y de menor
letrero
tamaño, que tienen entre las piernas de la triquetra un
monedas menores con la
indígena entero o partido en tres. otras
mÍsma o análoga leyenda irrdígena, llevan por un lado una Victoria
y
con escudo y, en el otro, busto galeado, como antes, o un astro
creciente.
Otro grupo de ases, tienen por un lado una cabeza varonil desnuda y Á el otro una esfinge parada y debajo la leyenda ibérica'
que más adelante pasó a ser una leyenda'latina escrita ILIBERI
que hay que suponer equivalente a la indígena'
o II-Ignn,
[page-n-29]
EL
PLOMO ESCRI-To DE LA
I]ASTIDA
DI'] LES
ALCUSES
!'.1
En el año 1858, al pr-rblicar don Antonio Delga
de I¿r 'Colección Lorichs (Catulogu,e, pág. 15 n.' 272, nota)" supuso que todos estos gllpos de mo¡edas eran de Iliberi, f¡¡rl:'rridose en u:ra cadena cle relaciones y semeianzas leyendo en el epísr¿rfe ibérico:
Frta?l-uI
o sea b en el cuarto signo. Más adelante, en su Nueuo Nlétoclo,
publicado en 1873 (Tomo II, pág. 95), corrigió la lectura anterior
vacilando entre los e, i, para el signo inicial, dando eI sonido ¿¿al
3.' y dudando si hacer equivalentes al beth o al resch los signos
43 y 6.o, que supuso idénticos, a pesar de que en algunas de las
piezas que publicó los tenían distintos. Con este criterio ecléctico,
ley6 iluber.
La realidad es que, en algunos ejemplares, los signos parecen
iguales pero en otros son muy distintos y los nombres'aparecen en
una de las fornras:
N[A?T.Iq
TFI-?TD F'}AP|IJP
NNA?Pq
que permiten leer ilubeir y con mayor diferenciación en I¿ última
forma, transcrita de un ejemplar con la esfinge. (Vives LXXIII, 4). '
No queda ninguna duda sob¡e que el signo 4.o sonaba be y que
el 6.o era Í, aparte de que estuviera escrito más o menos correctamente.
Es útil advertir, que en algunos ases con el tipo de la esfinge, a continuación de la leyenda corriente, hay el grupo de signos:
CMryN
que suena kestin, quedando incluída la ceca de Iliberi en el grupo de
las que tienen el signo en forma de tridente a diferencia de los alfabetos oretanos, qlre tienen la otra forma rombal. Es verdaderamente sensible, no disponer de más textos de la región de Granada, para poder hacer la delimitación de las zonas correspondientes a una
y otra forma del sigrro di - ti.
[page-n-30]
[page-n-31]
VII
ULTIMAS EONSIDBRACIONES SOBRE LOS
ALFABETOS DE MOGENTE
Atendiendo al texto A, con alfabeto completo,'solamenterestan
cgrrespondientes
por deterqrinar los signos números 23, 12, 2l y ?J5,
gu'kuy do-to, qtrcno se 4tir
de-te; bq-pq;
a los cuatrosonidos
del N.B.
milan inmediatarnentea las formas correspondientes
Sin embargo, la forma 23 del texto A se parece mucho a la que
suena di -ti en Obulco, y si la. forma de üidente fuera úí'úL'ea
Mogente" quedaría la 23 para de - te y recíprocamentesi subsistie-'
ra en Mogente A la forrna de Obulco, saldría Ia forma de tridente
para de - úe. Sin varias palabras escritas a la vez con dos alfabetos,
no podrá darse eomo definitiva ninguna de las dos soluciones.
Unicamente nos quedan por determinar los signos 12, 2L, 25 correspondientesa los tres sonidos biüteros ba - pa, {4t - ku, do - to dependientescada uno de los b-p, g-k, d-t, para los cualesno he
sabido hallar palabras que los individualicen con seguridad. Sin
embargo, la forma 25 parece acercarleal signo o de Cástulo y el 2I,
que es final en muchas palabras del sur, puede ser equivalente al
sonido gt - ku teniendo en cuenta lo fácil que es la transmutación
del gu con el go ylo abundante que es la terminaciín go' ko en las
palabras ibéricas. Admitidas, aunque sin seguridad, estas equivalencias, quedaría únicamente el signo 12 al cual habrla necesidad
de asimilar el sonido ba - pa. Observaré aquí, que no he hallado la
forma t2:I del N.E. en palabrasibéricasdel sur.
Pasando al corto texto C, no tiene discrepanciascon el A, sino
en ligerísimos detalles. En cambio, el texto B tiene variaciones importantes y, sobre todo, tres signos que son totalmente distintos de
totales 'Je
las
los del A, sin que pueda asegurarse correspondencias
sus signos por tratarse de un alfabeto incompleto. Dichos signos
aludidos, son el 4, que es análogo a uno de los i del Plomo de Alcoy, atendiendo a lo cual ha sido considerado como i con lo cual
no se tiene ninguna dificultad de lectu¡a.
El signo B es muy análogo a la e del texto A, y puede ser asimi
lado a esta vocal que falta en la forma que tiene en cl A,
[page-n-32]
PIO
AELTITAN
VILLAGRASA
Finalmente, el signo 23 B, es idéntico a una de las formas gu-ku
del N.E.; pero sl admitimos que eI 2I de Mogente sonara gu-ku
quedaría para él únicamente el sonido de-te ya que, en cambio falta en el B la forma 23 A.
- Es cierto, que algunas identifigaciones solamente pueden ser
provisionales en espera de nuevos textos que las confirmen o las
anulen y'e¡to-s habnan de.,qgr,de .varias procedencias y épocas, va
que en Cogul, situado en plena región del. alfabeto del N. E., la forma del número 29: go-ko ,es más semejante a la utilizada en el
sur y lo mismo parece suceder con la forma del equivalente a los
sonidos bo - po.
Resumiendo, p&ra terminar, hemos prescindido de todos:los 1",
treros no imprescindibles para leer los textos de Mogente y tanto
en los estudiados como en los utilizados hay variantes locales (a
veces importantes), que no son fáciles de valorar fonéticamente en
su totalidad y en forma precisa, por falta de suficiente número de
textos; puede asegurase que cuando estos aparezcan podrá ser exfuesto un alfabeto definitivo.
[page-n-33]
VIII
LECTURA DE LOS TEXTOS DE MOGENI'E
Con los alfabetos propuestos, el Plomo de Mogente puede ser
leído sin grandes disonancias.
La lectura propuesta para el A, comenzandopor el ángulo inferio¡ de la derecha, está de acuerdo con otros plomos que contienen
fórmulas mágicas, y con que el reglón superior tiene una sola palabra.
por abajo)
TEXTO A. - (Lectura comenzanclo
¡
I. I: ganieiclon gabe.- 2:uoiilder - gabe.- 3:stikel(u)-gabe.- 4:uordaker - gabe.- 5:aiduaibegi - abe.
fL 6:boeidoi - gabe.- 7: ersiku- gado:- B:Sakarbis- gabe.
gi
9: ersikugab
e.- L0: aiduarbe - abe.
l3:saldulaIII. Ll:uordaker - gabe.- L2:bubalder - gabagogi - abe.- Ií:saldulagogi - ado.
L7:(be)goldis'
lí:ardaker - gabe.
IY. 15:ersiku - gabe.- gabe.- L8: ersiku- gaado.- L9= be,
daoden
Y. 2}:i¡aldulagogi - abe.
por arriba).
TEXTO B. - (Lectura comenzancio
L
lL
llL
IY .
L: dodalaokidieku.- 2: Sibeldiiikan.
S:betar (?) kubeku'.- 4:iltoii.n dekekuka'- 5:nanbin.
6:binbeiai ikan. - 7:betaku.
qku.- I0 :laki'
8 : orkecleikekuka.- I : beedeb
TEXTO C. - (Lectura comerzada por arriba).
L 1:. ..sbeliku.- 2:oduta.ll,. 4: ...nki.
S:bisikudarakar'
Además de los detalles consignadosen la descripción hecha al
comienzo, conviene observar que en el texto A parece manifiesta
rrna equivocación del amanuense,el cual cuando grabó la frase 3,
[page-n-34]
g2
PIO
BELTN.dN
VILLAGRAS.A
solamente pvso Stileel y como Ia terrninación en J repugua en las
palabras ibéricas, tuvo cuidado de añadir una u fin¿rl olvidada, la
oual puso un poco más alta en la línea superior y en la separación
de dos palabras. Es evidente, que dicho signo añadido solamente
pued.e.ser de la citada palabra.
Yd'fué inilicado al'principio que la palábra 2,0 parece un error y
que el escribiente abaudonó la palabra aperlas comenzada su esclitura y, sin embargo, cuando se intenta'hacer la traducción, hay ula
acepción de óe que parece cierta en este caso.
Atendiendo ahora a los finales cle las palabras del texto A, y
prescindiendo del signo suelto que forma la palnbra 19. todas las
demás terminan en una de las dos desinencias - gube o - guddo
(ótras veces - gado) y que cuando la palabra c¡ fr¿rse atrterior termina en gi - ki, se pierde la g de las desinencias, que se transfórman en
- abe y en - ado, respectivamehte, fesultando <1uelas cinco desinencias existentes, se reduceu esencialmente a dos - gabe y - gacloEsta circunstancia, jutrto con la manera en (ltle apareció escondido
el plomg y con la distribución de las palabras en el texto A, están de
acuerdo para darle carácter mágico o de exorcismo que parece conv'eriirlé; y atendiendo a su náturaleza, es posible intentar la trirciucción o interpretación de algunas de las frases que contierre.
[page-n-35]
IX'
INTENTOS DE INTERPRET¡\CION DE ALGUNAS
FRASES DEL TEXXO A
La comparación de este escrito con otros levilntinos, y dr:l sur,
da palabras comunes, en su totalidad o en parte, indicando la
existencia de lenguas comunes o análogas; y si admitimos tur tronco originario primitivo para las lenguas ibéricas, aplicarenros a la
resolución del problema la investigación de las analogías de una o
va¡ias lenguas ibéricas entre sí y con otras vivas o rnuertas. En este
punto no insistirernos en las palabras, ya señaladas en otras ocasiones, que son idénticas en ibe¡o y erl vasco, y sí en elue las coincidencias totales de palabra, y aírn de frases, en ambos idionras, son
tan sorprendentes, que no pueden ser producto de la cas.ualidad.
Además, aun contando con lo que pudiera haber de casual en estos
hechos, ellos me parecen más conviniéntes rlue las mer¿rs arialogías
con raices de otras lenguas que, a \¡eces, están funclaclas en cadenas
de palabras en las que se van debilitando las semejanzasqueclando,
al final, poco más que la buena voluntad de los lectores y la reconocida ciencia filológica de los expositores.
Después de algunas discusiones, p¿rreceser que actualmente se
va admitiendo la existencia de un proto-idioura, del'cual seríarr descendientes directos muchos de los idiomas ibéricos antiguos y una
parte no contaminada del vasco ¿rciual, obtenida suprimiendo en
esta lengua las grancles aportaciones antiguas y modenras que lo
han desfigurado.
Quedan así ciertos resíduos que coinciclen casi absolutamente
cr¡n las palabras de los tertos ibéricos antiguos y que sirrrerr'de punto de partida para otras investigaciones. I-a mayor clificultad con
que ha tropezado este método pal.a ser aceptado está en que por
medio de otros estudios se ha llegtldo a teorías rnu\¡ ¿¡ceptables y
jLrstificadas sobre los orígenes de algunas palabras v¿lsc¿ls, resulta
),
desagradable y clifícil dar contralnarcha cu¿rndose cree haber acertado con la vertlacl cle un asunto ¿tunque otras:pnlebas la corrtradigan o r-rieguen.
[page-n-36]
34
PIO
BELTNATi
\TLLACRAS.!
No se me ocultan las tnuchas dificultades y contr:apmebas que
puederr ser presentadas ¿r la ¿rdmisión de la identidarl de palabras
antiguas y modernas; pero es evidente que gran parte de la oposición se fur-rda en las exageraciones de otros tiempos cuando se
hacíur teorías sin conocer el alf¿rbeio o cti¿rndo se llegatra a dar
valores caprichosos a los signos. Ahora no hav motivo ie dudas en
este ¿tspectopor.que es mrry p0co k) que aún es dudoso o discutible
en el alfabeto del N.E., y porqlre cuanto mejor se conoce un alfabeto, más palabras ibéric¿rsy vascas resultan iguales o c¿rsiiguale5, ,y,
el'vocabularib comírn con sorprendentes anade día cn clí¿r¿rument¿r
logí:rs cuya exptlsicióu no es cle este lugar.
Soy un convencido, desde hace años, de que los vasos de San
Migtrel de Liria han de dar mucha luz sobre este asunto, como ya
t"rr". consignado en otros lugares a p4rtir del año 1934' Desde
"r"o
entonces he Seguiclo laborando con mi método empírico y_ sin hacer
caso de las oltjebiories que se me han hecho ni de su índole, a veces
que he
despectiva y otras algo incorrecta o violenta' P-ero es el caso,
en
llegaclo a conclusiones que pareien definitivas y que expondré
las
otro estudio sotre las inscripciones del Cerro de San Miguel,
cuales constituyen, a mi entender> un grupo de textos de los más
importantes que existen. Y creo que entonces' a no ser que delibe,aáa*unte sa insistá en no admitir ni las prüebas más terminantes'
'a equivalencias sorprendentes y muy útiles si son
poclrá llegarse
ip.ovechadas cón prudencia,
Sin embargo,.conviené citar algunas frases muy claras como son
las tres que contiene eI fragmentá de h Serreta de Alcoy hallado
en 1946, un¿r de las cuales, bioiildun, equivalente a bios ildu n,
aparece relacionada con el vasco por las equivalencias.siguientes:
bi,otz:con;tzón (Azkue: Di,ccionario T' I., pág. 168, col' 3' foda la página 169, sus derivados).
i,tdu: apocado, desanimado, medio muerto (Azkue,'I; pág' 407'
col. 1) con el ejemplo GISAIO ORI ILDUTA DAGO; "este potirete
está apocado", que se enlaza claramente con el lldutas de la primera línea de la Estela de Si¡rarcas que allí aparentaba sel un nombre
de varón y que puede serlo aplicándole uno de los significados que
se indican.
En la misma estela aludida, salieron otras palabras vascas y sobre todo la eduki o euki, que en ambas formas significa tener y
su coincidencia no parece casual. Además, algún derivado del verbo
vasco ekarrí, que signitica traer.
Este mismo verbo aparece varias veces' en el Plomo de Castellón
como en su última palabra n.o 21, que se lee baiteS - baniekarse v
[page-n-37]
.
;
,
F't- pl,oMo Escllr'to, :úE LA nAs'rrDA Dr.t LEs Ar,cusEs
Sb
c,rya segunda parte en vasco significa si go lns traiera y la primera
puede interpretarse e.n dos formas, ambas del idioma vasco. Otro
tanto sucede con Ia n.o 16, que se lee bei - ikai - ien - 3e, cuya parte
central ikaitzen significa trdelos. Todavía esta misrna ide¿r está
expresada'con la palabra completa ekaiiu, que significa, con. toda
corrección, truedlo.
El imperaüvo del verbo ikusi, qve significa Der, es ekusu en
vizcaino arcáico y hoy se dice egudsu por oeclla. En el Plomo de
Castellón está escrito ekuiu y no cabe mayor coincidencia. (No he
querido poner sino ejemplos con formas verbales para ver cómo pueden ser halladas).
Y así podríamos poner gran cantidad de ejcmplos tan ct¡nvincentes comos estos; pero der.ivaríamos de nrrestros propósitos. (Iue
consisten en observar que a pesar de haber ocurrido muchirs mr¡dificaciones fonéticas, gramrírticales v semánt'ic¿¡spara pasirr del
ibero antiguo a una parte del vasco actu¿rl. hay muchas ¡ralilbras
que se han consen'ado inalteradas, y ot¡as. elr rn¿yor número, ligeramente modificadas y cornenzar la investigirción por el postrrlrrdo,
o mejor teorema, que tiene para tesis la de un origen comínr ¡rara
las lenguas ibéricas antiguas y para una parte importante del r,¿¡sco
actual.
volviendo 4l texto A cle Mogente, y supo'iéndole amuleto mágico, Ias termi.aciones comunes de las palabras dan u'a i'terpretació' definitiva para el sufijo - gabe y otra no tan rotunda pe,rr:r
la
desinerrcia - gado. En efecto, la palabra gabe sígnifrca si,n (Azkue,
Diccionario. T. I, pág. 312, aol. \ y en el Díccionario d,e López
I\4endizábal (p/ag. zaq están las palabras - gabe, - gabe:ko y la crntracción - geko con el mismo significado. Análogame'te, err ¿mbos
dicciona¡ios, - ge es un sufijo clue indica pri.cacíón, con lo cual,
o el - ga o el gaa del texto A dará la negación del concepto que les
antecede y podría ir seguido del sufijo modal vasco - fo, que no
cambiaría el sentido. Esta interpretación de la seguncla
es menos terminante que la dada a - gabe. pero parece acertada
porque a una misma frase están unidos ambos sufijos y no es admisible que establecieran con relació* a 'n misrno hecho dos deseos
contrarios.
según lo a.tedicho, las 1g palabrtrs so'referentes a cosas o acciones indeseables y se expresa el deseo de que no at¿rcaran¿r la
casa donde trpareció el plomo ni ¿r l¿rs personas habitantes er-r ella,
ni a sus intereses, lo cu¿rl será necesario concordar con los significados que se les puedan dar, po' comparación con voces o frases vascas. Esta e)-tnrctrrra del texto da rnayor f¿rcilidad para íntentar su
[page-n-38]
trad.ucción; pero serán eliminadas todas .aqueltras;pafabras sobre
cuya loctura haya dudas, para que el resto qgede más firme.
Las' palabra.s 5 : l0 suenan respectiv.amente:
aiduai - begi - u.be. aiduar - begi - abe
y par¿ ellas resulta que:
aiclttr:maligno (Azkue, T. I, pág, 15, col. 1)
begi:ojo (Azkue, T. I, pág. I42, col. 2)
(g)abe:sin (según lo dicho más arriba),
y la frzrse es: sir¿mal de ofo, contra la casa y sus habitantes.
En los platos cle Abengibre (Albacete) se repite una fra.se, escrita con un alfabeto análogo a los de Mogente (sin el signo di - ti en
forma de tridente). rlue se lee,
aidurpen, ediacu
y dejando sin traducir la segunda palabra, por si hubiera dudas en
la lectura, la primera está formada con aidtr,r, que significa maligno, y el sufijo derivativo - pen, que significa an-to (Azk:ue. T. II
pá9.I62, col. t), y la frase alude a un maleficio que amenazaba a
los clue usaran los platos y del cual creían librarse con dicha frase.
Parece completarse esta idea con otro letrero grabado en una
de las páteras de plata de Tivisa (Tarragona), el cual se lee:
bateire. baicar. sogin. baicar
correspondiéndose con el vasco actual en la forma:
batere. bacar. so - eght. bacar.
que significa:
bater¿:ni uno (Azkue, f, I, pág. 138, col. l)
bacar:solo (Azkue, T. l, pág. I27, col. 2)
so:mirada, atención (Azkue, T. II, pág. 225, col. Z)
so-egin:rnirar (Azkue, T. II, pág. 222, col. B)
y la frase diría:
(nadie) ni uno solo mire -ni uno solo (nadie)
repitiendo la última palabra, ¡tara dar más fuerza a la expresión
que tenía por: objeto evitar'"el mal" dado a la comida por los "mirones".
[page-n-39]
EL PI,OMO
E8ÜAITO
DE LA
BASTIDA
DE LES
ALCUSES
,Í..a frase.inicial del texto A de Mogente se lee:
ganí-eidott-gabe
y 'la pahtrra eentr¿rl.está en un plato de Atrengibre que'tiéne
'tratla.ur¡a,frase de tres palabras, una de las euales se lee :
gra-
d,i - eitlon
y análogamente en la palabra'6 del texto A de IVfogente, que parece leerse
bo-eidoi,-gabe
Actualmente en vasco hay las palabras:
erdo:aítublo, roña (enfermedades de las plantas) (Azkue, T. I, pág, 253, col. 3).
errhoi:rcña de las plantas (ibid)
erdoitu: anieblarse el trigo (Azkue, l, 2'54, col. 1)
ganil:flor
del maiz (Azkue, f, 325, col. 2)
y el mal que se trataba de evitar con esa fórmula era una plaga
criptogámica primaveral de las que atacan a las gramíneas y quizá
a nna planta análoga al rrraí2, el cual no se conocía entonces.
En otras palabras, la terminaciín -ker debe ser asimilable al
sufijo vasco - keri,, que indica cualldad viciosa (Azkue, T' I, pág.
481, col. 2) como en las voces URDEKERIA, equivalente a porquería o "cualidad de puerco" (Azkue, T. II, pág. 367, col 1. URDAo suciedad) que parece coincidir con la paKERlA:obscenidad
labra de los lugares 4 y II que suena uordaker - gabe, aunque no es
fácil determinar su significado antiguo por las modificiaciones semánticas que el tíempo pudo originar.
Análogamente la palabra 16 suena ardaker - gabe y parece derivarse de cualquiera de los nombres del vino (siempre con la raíz
ard, Azkne, T. I, pág.60, col. 3, ARDAN, etc. etc) y significaría
no tenga la misma versión.
"borrachera" aunque actualrnente
También pudo resultar de otras palabras derivadas de art corlvarios significados. pero no es ocasión de desarrollar estas hipótesis.
Y, así podríamos ir comparando otras palabras ibéricas del texto
con las homofónicas vascas modernas, pero es preferible no f.orzar'
las analogías dejando unicamente las anotadas.
En cuanto a los otros dos textos de Mogente es probable que
admitan comparaciones de sus palabras con las del vasco; pero
[page-n-40]
:gll
carycre1d9de rndiaioslsobre la
"e:su,eontenido,cn los
"**"U*;
cuales habrían de ser apoyadas determinadas'.,¡uop¡restas,
juzgo p_referible no insistir aquí sobre ellos.
,,,, Tg1ryino:estetrSbajo, haciendo observar que la.natu*aka espe.
cial del texto A de.Mogente ha sido una ayuda considerabtre
pa¡a la
comparación de palabras, lo .cual ha podido ser extendido a letreros de Abengibre y de Tivisa. En cierto *odo, ha sido ayuda anrí*
loga a la que dan las escenaspintadas en los. vasos cuando se relacionan con los letreros escritos en ellos.
No son muchos los resultados definitivos aquí expuestos,
¡rero
sí los suficientespara ver que el atrevido método de comparar antiguas palabras ibéricas con modcirnaspalabras vascasda buenos re.
sultados sn algunos casosy deducir que puede ser aplicado a otros
'$luc}*Ls,,aungue rebultadosno sean
l,os
tan perfectos ni los caminos
tan sencillos y elementales.
[page-n-41]
I N D I C E
tóg¡.
I._DESCITIPCION
II.---OBSERVACIONES
DEL
PLOMO
GI'NERALES
Y LOS IDIOMAS
III._CASTULO
IV,_LAS
V._LOS
3
SOI]RE
LOS
ALF'ABETOS
IBERICOS
Y SUS MONEDAS ...
MONBDAS
CON
ASES DE "OIiKE"
LA
15
LEYENDA
OBULCO
19
Y O]'RAS E\,ÍISIONBS ANALOGAS
23
BILITEROS EN LOS ALFABETOS DEL SUR, CO.
RRESPONDIENTES A LOS SONIDOS BE-PE...
ZD
VI._SIGNOS
Vü.-ULTIMAS
CONSIDF]RACIONES SOBRE LOS ALFABETOS
DE MOGENTE
VIII._LEC1'URA
IX.-INTENTOS
DE
I-OS TEXTOS DE
D¡] INTERPRETACION
DBL TEXTO A
29
MOGENTE
3l
DE ALGUNAS FRASES
33
[page-n-42]
P. BELTRAN.-EI
Plomo
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[page-n-43]
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[page-n-44]
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[page-n-45]
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DEL S. I. P.
PUBLICACIONES
SERIE DE ANUARIOS
I.
Levantina, - Anuariodel SIP,1928.Archivode Prehistoria
Archivo de Prehistoria Levantina, II. Archivo de Prehistoria Levantina, III. Archivo de Prehistoria Levantina, IV. SERIE DE
El
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La
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La
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SIP y su
laboi del
labor clel
labor del
labor del
labol del
labol del
labo¡ del
l¿rbol clel
Anuario del SIP, 1945. Anuario del SIP, f952. Anuario del SIP, f953. -
Valencia.1929.
Valencia, 1946,
Valencia' 1952,
Valencia, 1953.
MEMORIAS ANUALES DE LA DIRECCION
Museo de Prehisto¡ia en l928'-Valencia 1929.
SIP y su Museo en el pasado año l929.-Valencia 1930'
SIP y su lr{useo en el pasado año l930.-Valencia 1931.
SIP y su Museo en el pasado año 1931.--Valencia 1932'
SIP y su Museo en el pasado año l932'-Valencia 1933,
SIP y su Museo en el pasado año l938.-Valencia 1934.
SIP y su Museo en el pasádo ¿ño 1934.'-Valencia 1985.
SIP y su Museo eIr los años 1935 a l989.-Valencia 1942.
SIP y su Museo en los ¿tfios 1940 a 1948.-Valencia 1949'
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
&
I
I
7
l.-"El
C¿rstelletclel Porquet", por I. Ballester Tormo.
!.-"9¡su5 notes sobre el poblat ibéric de Sant Miquel de Lliria", pol D. Fletcher Valls.
S.-"Estudis d'art oliginali. Els insectes en l'alt cuaternari", por M' Vidal y
López.
'C' Visedo
enterr¿rnentprehistolic al Ba¡raric del Cinc (Alcoy)", por
4.-"Ún
Moltir.
de treballs del P. j. Furgus sob¡e Prehistoria Valenciana".
5.-"Collecció
sobre las cuevas paleolíticas valencianas.-Cova Negra de Be6.-"Estudios
'Cova
del Parpalló", por
llús", por G. Viñes, F. Jordá y J. noyo Cómez, y
V. Sos Baynat y M. Vidal y López.
Luis Pericot, S. Alcobé,
7.-"Apuntes sobre las estaciones prehistóricas de la Sierra de Orihuela", por
Santiago Moreno. Con notas de N. P. Gómez Serrano.
8.-"Sobré un interesante vaso escrito de San Miguel de Líria", por P. Beltrtin
Villagrasa.
9.-"El lnterlamiento en cueva de Rocafort", pol I. Ballester To¡mo, con el
estudio de un cráneo por el Dr'. S. Alcobé.
10.-"Comunicaciones def SIP al Primer Congreso Arqueológico de Levante",
por Francisco Jordá, I-. Pelico-t,M. Vidal, E. Pla, J' Alcácer', I' Ballester,
C. Visedo, V. Pascual y D. Fletcher
11.-"La covacha de Llatas (Andilla)", por F. Jordá y J. Alcácer.
I2.-"Cova de la Sarsa (Bocairente)", por J. San Valero Aparici.
13.-"Reperto¡io de Bibliografía Arqueológica Valenciana, I", pol D. Fletcher y E. Pla.
14.-"Repertorio de Bibliografía Arqueológica Valenciana, II" (en-prensa)' 15.-"Lai pinturas mpestres de Dos Aguas (Valencia)", por F. Jordá y I. Alcácer.
16.-"El plomo escrito de La Bastida de les Alcuses (l\{ogente)", por P' Beltrán
Villaglasa.
PUBLICACIONES DIVERSAS
"La cova clel Parpalló (Ganclía)".-Excavaciones del SIP de la Excma. Diputación Plovincial de Valencia, por D. Luis Pericot García. - Madrid, 1942.
Obra <¡ue obtuvo el Premio Martorell. Publicada por el Consejo Superior
de Investigaciones Científicas.
"Corpus Vasorum Hispanorum.-La cerámica ibérica del Cer¡o de San Miguel
de Liria", por I. Ballestet Tormo, D. Fletcher, E. Plá, F. jordá y J. Alcácer (en culso de publicación por el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas).
"Nociones de Prehistoria", por D. Fletcher. Publicación de la Institución "Alfonso el Magnánimo", de la Excn-ra. Diputación de Valencia.
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[page-n-46]
ltrrprenta
Provincial.
- Valgncla
[page-n-47]
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1€J
DIPU'I'ACIQN PROVINCIAL DE VALENCTA
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INSTI'I'UCION ALT¡ONSO E¡. MAGNANIMU
INVESTIGACION PREHISTORTCA
DE
RODRIGO
CARO
SECCION C.S.I.C.-INSTITUTO ARQUEOLOGIA
DEL
SERVICIO DE
SENIE DE
TRABAJOS VARIOS
Núm. 16
EL PLOMO ESCRITO
DE
DE
LA BASTTDA LESALCIJSES
(MOGENTE)
por
PIO BELTRAN VILLAGRASA
VALENCI.{
1,954
[page-n-2]
fr:-
SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
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Y M U S EO P R OV I . N C I A D E P RE H I S T O I A
ESTE SBRVICIO DE INVEST'IGACION,PREHIST'ORÍCA
STJS PUBT.ICACIONES PARA MANTENE& Y
REMITE
ESTABLECER
INTERCAMBIO
CIENTIFICOS
Y
SEÑORES
ESTA ESPECIALIDAD.
CON
POR ELLO
RRESPONDIDO CON EL
LOS
CENTROS
INVESTIGADORES , EN
ENVIO
ESPERA SER CODE
LAS PUBLICA-
CIONES DEL RECEPTOR, ENTENDIENDO, CASO CONTRARIO, QUE NO SE DESEA SOSTENER INTERCAIUBIO Y SUSPENDERA ULTERIORES ENVIOS
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DIÉIJASE AL DIRECTOR DEL SERVI.
ToDA LA CORRESPONDENCIA
PREHIS'TORICADE LA EXCELENTISIMA
CIO DE INVESTIGACION
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
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[page-n-3]
DIPUTACION
PROV¡NCIAL
DE YALENCIA
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INSTI'I'UCION ALFONSO
ET, MACNANIMO
SERVICIO.DE INVESTIGACI-ON PREIIISTORICA
sBccroN DEr, c. s.I. c. -INSTITU'I'O AnQUEOLOGIA
ITODRIGO
CARO
DE
S.DSIB DE
TRABAJQS
V-AAIOS
Núm. 16
EL PLOMO ESCRITO
DE
LA BASTIDADtr LESALCT]SES
(MOGENTE)
por
PIO BELTRAN VILLAGNASA
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VALENCI-{
1954
[page-n-4]
ISSN 1989-540
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[page-n-5]
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I
DESCRIPCION
DEI", PLT)MO
Este insigne monumento se corlserva en el Museo del Servicnr
de Investigación Prehistórica de la Excma. Diputación Provincial
de Valencia, concesionaria de las excavaciones efectuadas en el poblado ibérico de "La Bastida de les Alcuses", de Mogente'
Apareció durante dichas excavaciones eI día 28 de julio de 1928,
en el fondo de la habitación n.o 48; salió arrollado baio la solera
de un pequeño molino de piedra, habiendo sido desarrollado y extendido por don Isidro Ballester. (Lám. I).
Fué publicada y descrita esta pieza, muy minuciosamente, en el
Anuario del año 1928 por los señores don Isidro Ballester Tormo
y don Luis Pericot García (1), a cuyas noticias me refiero para su
descripción. Publicóla luego don Luis Pericot en su Hisúoría de Es'
paña (2) y posteriormente lo fué por D' fosé de Calasanz Serra Rá'
fols en Anuari de I'lnstitut d' Estudis catalans (3) correspondiente a los años 1927-1981,y por D. Dorningo Fletcher (4).
"Trátase de una delgada planchuela rectangular, que mÍcle 180
milímetros de largo por 49 de ancho, y se halla escrita por ambos
lados en caracteres ibéricos". (Lám' Il y III)'
Las palabras de sus tres textos están divididas en líneas por
medio de rayas paralelas, y las palabras de cada línea están separadas por "interpunciones" formadas mediante grupos de puntos,
en números va¡iables y con diversas distribuciones, que en el texto B se
?
t
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(r) L BALLESTER TORMO v r. PERICOT GARCIA: "La Bastida Je
lu, ií".rr", (Mogente)" , Archivo de P¡ehistoria Levantina, I, 1928. Pág 190
y siguientes y lám. VIII. Valencia, 1929'
(2) L. PERICOT GARCIA: "Histori¿ de España", T. I. Pág' 4OB' 2'e
Ed. Barcelona, 1942.
(3) IOSEP DE C. SERRA RAFOLS: "Epigrafía. Noves inscripcións ibé-MCMXXVII-XXXI,
-Anuari
Vol. VIII'
de I'Institut d'Estudis Cataláns,
r¡quei".
1936.
Pág. S33 y siguientes. Barcelona.
(4) D. FLETCHER VALLS: "Inscripcionesibéricasdel Museo clePrehistoria
de üálencia". Instituto de Estudios Ibéiicos v Etnología Valenciana" n' 2, pág'
46. Valencia, 1953.
[page-n-6]
PIO
HELTRAN
\'¡LLACRASA
reducen a líneas verticales de puntos repasadas con trazos continuos, y en el texto C ¿ líneas verticáles de puntos.
Los tres textos están escritos de derecha a izquierda con signos
análogos o idénticos a los utilizados en otros escritos y monedas del
Sur de la Península, a los que llamaremos de un modo genetal, ibe.
ro-tartesios, y-en los que se notan grandes relaciones con los alfabetos monetales del N.E, A primera vista se observa que fueron escritos por más de Lln+.mano, y algunas variaciones en determinados
signos hacen pensar en dos alfabetos casi idénticos, pero no en su
totalidad.
El texto más largo, y quizá el último egcrito, contiene veinte
palabras, debe coinenzar por ab¡jo y le llamaremos A. Sus signos
estén distribuidos en-la fotma sig¡riente:
...,
,.
.
1." línea: Cinqo p4labl*q .r.o l, 2, 3, 4, .5, c94
41 signos.
. . 41 signos :
I + 9 + 6 + 8 + 9 signos,...
línea: Cinco palabrasn." 6,7,8, 9, Ib, con
.2.^
39 signos :
80 signos.
7 +7 +8+ I (al pie) +7+9;
3.' línea: Cuatro palabras n.o 11, 12,13,14 con
:
..... S5signos ll5signos.
8+7+10+l0signos..
palabras n.' 15, 16, 1¿ 18, 19, con
: 4." línea: Cinco
7 +7 + 10 + l(nexo) + 8 + I signos; 34 signos:I49 signos.
5." línea: Una palabra n.o 20, con
lOsignos,.
lOsignos: lSgsignos.
Son en total veinte palabras con 159 signos sobre las cuales fué
pasado un punzón o estilete produciendo tachaduras horizontales,
de las que se salvaron pocas palabras (las n.o 15, lB, 19), ignorando
cuál fué el motivo que originó esta práctica.
De las veinte palabias, se repiten las siguientes :
'T',as
n.o 13 : 20, las cúales sq diferencian de la 14 en el último
sigr.t
Las ,1." I : 15, qrre se diferencian de la 7 en el último signo
y de la 18 en los dos últimos.
L1s n," 5 : 10, que splamente se diferencian en ligeros detalles.
Existen ligerísimas diferencias eutre signos que deben ser igurrles, pero no es posible decidirse mientras no se conozcan más textos ion alfabetos idénticrrs al de éste.
,El signo sr"reltoque-forrna la palabra 2,0 pudo ser un error dei
amantiense, que no debió continuarla; sin embargo, qsto no es
dpfinitir,'o, y. regularrnentg es impo¡tante para la lectura total.
En- realidad, quedan 16 palabras drstintas o, si se quiere, 1,3,
t
{
[page-n-7]
EL PLOMO ESCRITO DE LA T'AA.TIDA DE.LES
ALCUSES
'
con le diferenciación' de algunas úr¡icamente por sus dos útttfnos
signos,de lo que se deduce que se trata de verdaderasf¡a,'qqp;'l
Las desinenciasson también pocas, puesto que se reduce¡r a las
siguientes:
a) Los dos últimos signos de las palabras 5-I0 y 13'2CI'
b) Los dos últimos signos de las palabras 9-15, 16, LL, 4, 17,
12, L, 6,2. I, B.
ra
c) Losl dos últimos signosde la palab 14.
d) Los dos últimos signos de la palabra 7.
e) Los tres últimos signos fle la palabra 18'
Al estudiar el texto más detalladamente, veremos que en realidad, son dos. terminaciones distintas, dando lugar a un sonsonete
o salmodia que deja a las palabras inclependiejntes entre 5í, tr¡or lo
cual se ha pensado, a veces; que se trata de una cuenta o de anotaciones de especies u objetos varios, con núrneros indicados medilante los grupos de puntos que siguen a las palabras.
En la cara opuesta contiene los textos B y C. El primeramente
escrito hubo de ser el C, que üene las palabras incompletas por
haber sido cortado con una tijera al utilizarlo para escribir el A,
Ambos parecen tener el mismo alfabeto, si bien no puede asegurarse lotundamente por ser corto el C'
El texto B, contiene diez palabras distribuidas en cinco líneas;
debe comenzar por arriba, ,v contiene los siguientes números de
signos:
1.' línea: Dos palabras n.o l, 2, con
18 signos :
9+9 signos,
2." linea:
18 signos,
Tres palabras n'o 3, 4, 5, con
20signos:38signos.
6+9+5signos,.
3.' línea: Dos palabras n.o 6, 7, con
9+3 signos,
12 signos :
50 signos.
4," línea: Tres palabras n.o 8, 9, 10, con
8+5+3signos,.
.. l6signos:66signos.
Las diez palabras son distintas, y deben formar' un relato contínuo, sin las desinencias ni las repeticiones del texto A.
[page-n-8]
fIO
ltDil.f,áA¡
r¡EI¡AGR
SA
El texto C tiene cuatro ¡mlabras en dos líneas eon la di*ribución síguiente:
I
6
l.' línea: Tres palabras n,l I (ipcornpleta),2, $
con 5+3+9 signos....................
17 signos: l7 signos
9." línea: Una palabra (incompleta) con
'
2 signos y qlrzá parte de otro anterior,
:
3 sigr-ros 2Osignos:
El plomo üene en total: 159+66+20 signos:Z45 sig¡nos.,
En el texto más largo, al que llamamos A, hay 27 signos distintos, pero uno de ellos es un nexo, resultando, en realidad, 26.
En el texto B (intermedio), que no tiene nexos, hay 2l signos
distintos, casi todos coincidentescon los del A.
En el texto C, también sin nexos, hay 15 signos distintos que se
corregpondenidénticamente cun, los del-A.
A'continuación va el cuadro de los signos clel Plomo de Mogento y su comparacióncon los del alfabeto monetal del N.B. según se
comprobará en lo que sigue.
{
a
[page-n-9]
EL
PLOMO
ESCRITO
DE LA
BASTIDA
DE LES
AI,CUSES
t
MO6ENTE
&
MOGENTE
T E X T O S
T E X T O S
1 l A 4^,14,1 |
4,ll121
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[page-n-11]
II
OBSERVACIONES GENERALES SOBRB LOS
ALFABETOS Y LOS IDIONTAS IBERICOS
Llamarernos "alfabetos ibéricos" a los españoles no coincidentes
con los griegos, latino y púnicos, y todavía eliminaremos otro, muy
distinto del monetal del N.E., que aparece en monedas del extremo
Sur de la Penínsul¿r. En cuanto a las lenguas usadas en la Penlnsula,
prescindiremos de todas las regiones donde no se hablaran las ibéricas, y, por tanto, de todas las celtas y celtibéricas y de los textos en
ellas aparecidoq aunque algunos'pudieran proceder de la parte ibé-rica. como sucede ¿¡ la invers¿. con textos celtibéricos hallados en
terreno ibérico.
Si los textos cle Mogente están escritos con uno o dos alfabetos
ibéricos, será necesario dar previamente algunas nociones generales
sobre éstos últimos, que han sido investigados partiendo de noticias
antiguas por su comparación con otros conocidos y atendiendo a
nombres geográficos o personales que se conocen, escritos con alfabetos ibéricos y con los alfabetos latino, griego, etc., bien determinados.
Es evidente que para estas comparaciones hay que conocer cómo
sonaban los nombres antiguos y así poder fortalecer aquellas identificaciones de signos que permiten leerlos-sin esfuerzo y que relacionen a los idiomas propios con otros conocidos antiguos o modernos. Es evidente, que este esfuerzo se simplificaría mucho, con
el hallazgo de textos bilingües; pero hasta el momento no han aparecido.
Todos los tratadistas citan un. texto famoso de Estrabón (III, 1-6.
'"graVersión española de García y Bellido, pág. 66), referente a Ia
mática" de los Turdetanos, de los cuales dijo que eran los más
cultos de todos los "iberos" y que tenían "escritos de antigua memoria, poe¡nas y leyes en verso, que ellos dicen de seis mil años".
Ta¡nbién dijo, <¡ue los pueblos iberos hablaban lenguas variadas que
escribían con diversas grafías. Pero todo esto es mlry poco y, además,
incierto.
Los montunentos hallados delr¡uestrali que los pueblos meridio-
[page-n-12]
l0
PIO
RI'LTAAN
VILLAGR,{.SA
nales que formaron en algún tiempo el imperio Tartesio (Turdetano?) y que parece llegó a extenderse desde la desembocadura del
Tajo por toda la costa y por Andalucía hasta el Cabo de la Nao (Alicante). usaron va¡ios idiomas afines ent¡e sí, que escribieron mediante diversos alfabetos, pero tan semejantes que pal.ecen proceder de un tronco primitivo o "proto alfabeto", y que estas grafías, en su expansión a través de los tiempos, llegaron hasta los Pirineos y hasta el río Aude, sufriendo transformaciones pero conservando los elementos fundamentales de su fonética, y palabras que
se repiten en todas las regiones donde se empleaban los alfabetos ibéricos, con las restricciones y excepciones indicadas más arriba.
Dichos alfabetos "ibéricos del Sür", son muy análogos entre sí
y al "ibérico del N.E.", aunque existan entre ellos diferencias muy
importantes que obligan a estudiarlos individualmente y en sus
relaciones rríituas, partiendo de signos idénticos en todos, que pueden servir como puntos de partida para investigar los aún desconocidos, Sin embargo, hay algunos casos, en que un rnismo signo
suena cle muy díversas maneras en varios alfabetos y ello nos jndica la prudencia y reserva con que deben ser admitidas las identidades entre signos iguales procedentes de distintos alfabetbs y
cómo es imposible dar resultados definitivos, sin conocer rralabras
escritas ala vez con varias grafías.
Atendiendo ya al cuadro adjunto de alfabetos, es conocido el
monetal ibérico clel N.E. con 30 signos, de los cuales prescindiremos de los que tienen números acentuados. Los restantes forman
tres grupos: el primero, ¿), es de consonantes puras; el segundo, b),
de vocales, y el tercero, c), de signos ecluivaientes a las parejas de
sonidos t b-p; g-k, cl-t, seguidos de cada una de las cinco vocales
que se usan en castellano. Prescindimos de los 2' y 2", que no salen
en los textos del Sur; del 6', por ser forma especial del 6, y del 6",
por ser rarísimo en el N.E. y no haber aparecido en el Sur, y quedan sólo 26 signos. que se corresponden en número y valor, "según será probado", con los 26 distintos del texto A de Mogente.
Además de estas coincidencias primarias, hay otras semejanzas
que ayudan mucho en la investigación combinándolas con un método puramente mecánico que se funda en el postulado según el
cual "los nombres ibéricos son de fácil pronunciación" y de acuerdo
en sus sonidos con los resultantes de los plomos de Alcoy (y sus
análogos) escritos con letras griegas y del Bronce de Ascoli que tiene nnmbres ibéricos de soldados escritos con el alfabeto latino.
Con estos ¿ntecedentes,se puede h¿rcerun catálogo de palabras
ibéricas escritas con rrn cierto alfabeto y "prescindiendo en abso-
[page-n-13]
,u,.
;
;;-:",;-
*,u,"",¿',1
con sus primeros signos vn¡i¿s reglas de situaciónr )r:pronlrnciación
'entre las cuales enrrnciámos las siguientes:
, l.'- Si el segundo signo de una pglabra;es..deli.,grupo a), el inicial no es del rnismo grupo; exceptúase,e{r Barcelona,:Iglesuela, I-iria, Sinarcas, etc.., etc., el signo 2-2' inicial, que da :lugar a pala.
bras impronunciables, si el .2' no contiene sonido. de vocal," de lo
que resulta que el signo 21,que es.n en las monedas-ile Clunia, va con
un interrogante para la región de fa costa eR::relacién con'el grupo ci.i
tadg y con otras palabras de la misma pJocedencia.
2." - Si el primer signo de u4a palabra es del grupo a), el segundo es del grupo b).
Esto se verifica siempre salvo en, casos €xcepcionales, como la
sucesión 6'-22 de la Placa de Lruaga, (Celtiberia) y las 6'-24 ,y,,fi'-25
de los textos de Mogente.
: .:.: :
Quizá el mejor método de separación de las .vocales en los' alfabgtos yq estudiados, consiste en identificar:el sigrxo que suena J,.que
se obtiene inmediatamente en las monedas: bilingües,,de GILI, y
qug se conserva casi inalterado en varios alfabetos, y observar que
en todas las palabras que comienzan por é1, su segundo.signo es
siempre, sin excepción> una de las r:inco.tsocalss flsl:grupo b).
Cuando se conocen pocos.textos escritos con'un alfabeto, estas
consideracionesr {lo son suficientes para, distribuir sus signos en los
tres grupos indicados. Pe¡o aún en este caso, pueden servir de auxiliar€f p4ra Ia comprobaciérr, "" posteriori", ,de los resultadbs cibte. : :"
nidos por otros caminos.
Como en todas las investigaciones de esta. 'índole, lo más recomendable es el empleo de un método mixto, y así hemos de hacerlo
para determinar el alfabeto completo del texto A de Mqgente.
Comenzaremos por el signo 3, que suena / en el N.E,, y que
aparece. en los tres textos de Mogente. Se sabe que en todas las lenguas ibéricas las ytalabraa nunca camienzan por r, y esto da la se,
gu¡idad dg qp" en ninguna palabra simple y compuestá:haya ni al.
principig,. ni en el centro, ,ni en el final, la sucesión de los signos
corr.g.spondientes a .Ios sorridos i,r
o r,i, que habrí¿r necesidad de
pronunciar rrr. Aplicando estos dos criterios a los alfabetos del Sur,
quedan eliminadas las correspondencias,con i de todoS:ilos signos,
menos los situ¿rclos los lugares 4, 12 y 21 y, posiblernente no han
en
gtledado eJimin¿rdos los .12 y, 21, por no €onocer suficiente' número
de palabras. Además, ,clranclo'en la investigaciónide' un alfabéto se
van dete¡min¡ndo valores fonéticos de,¡¡luchos signos; resultan palabras i¡npror.rprlciables admitiendo las soluciories 12 o 21, For tán-
[page-n-14]
12
r'¡() REtTnAN vrf,l,AcnAsA
to, el sonido i está repr;eséntado en los alfabetos del Sur y err los
ile Mogente por el signo 4 que ap¿rrececon dicha form¿r y sonido en
la ceca septentrional de Ai,ia¿i.
Refiriéndonos ahora al texto A de Mogente, la palabra 5 suena
(como se verá más adelante) aiduai-begi-abe
y la 10 en Ia forma
mientras qne en los platos de 'Atrengibre hay
aiduav-begiLabe,
otra muy rbpetida: que srr-eria¿ddui - pen, lo cual lndica que el buen
ñmanuense del Plomo de Mogente no hallaba grandes diferencias
de pronunciación eñtre lr¡s dbs signos 3 y 4 qrre se podlan confundir y puso i po,* r, dando una prueba caslra'I de la gran seméianza
entre'¿rnbos sonidos qrre cortfirma la citada evaluacióñ del signo
I
ibérico del Sur, 4, con la i.
" r'
Precisamente la palabra citada cle Abengibre, es una cle l¿s compuestas, aludida más arriba, que da la imposibilidad de que el signo 13 de N{ogente idéntico al 4 clel N.8., suene i como este último
sonaba en las moneclas ln textos del N.8., pues err la palabra
afdur(.pe)n irían seguidos los signos de valores r,' i. \{ás adelante
razonamos el sonido clel signo 13 en Mogente v esto contribuirh a
deshacer el'equír,oco de: suponerlo i porqrre así súena en el alfabeto
del N.E,
En cambit¡, hay signos que siendo idénticos en el N.E. y'en el
Sur, conservan los mismos valores fonéticos, y esto puede ser pr'obaclo 1' ¿dmitido mientras no. se presenten ejemplos que anulen
dichas equivalencias. Existen varios signos en estas condiciones o
parejas de signos que solo se diferencian, a lo sllmo, en el sentido en
que están dibujaclos.
Estosi son los siguientes :
L = t . ,2 : n , 5 = s , 7 : a , 8 : e , g : i , L L : u
:
74: l1i: yti, 16: bu : pu, lLg gui = ki, 24: di : t i,
26: clu= tu.
Con solo esto quecla comprobada la gran sernejanza esenclal en.
tre ambos alfabetos, pues contiene signos cle los tres grupos, que'es
una analogía fundamental. y no es demasiado atrevimiento suponer
la correspondencia grr parejas cle los 26 signos de uno ¡r otro, y
y
domenzar por asirnilar los muy semeiantes como los 2}:go:co
los 22=da=úa, que solarnente se diferencian en haber girado un
cuarto de vuelta. For cierto, que en Cogul (Lérida), la forrna del 20
es la del Sur.
Hay otras .parejas muy pareciclas corno la segurrda forma del
N.E. del signo 13, que es procedente de un tiesto de Liria y le forAnálogamenilra 2." del texto A de Mogente, lo cual da Ll=be:pe.
pero en e.stos casos que no
te salen, 1^ 17=ga:ka y 23-de-t6
[page-n-15]
EI.
PLOMO
ESCRITO
DE LA
BAST¡Í}A
DE LES
AT.CUSES
son tan claros, será necesariobuscar comprobacionespor otros caminos.
Si queremos hallar otras equivalencias,procuraremosque no se
opongan a las reglns de situación y pronunciación de los signos en
las palabr:rs. Tomemos como ejemplo el caso del signo l0:o del
N.E., que e-srnuy parecido al que se le añade procedentede los tres
textos de i\{ogente, de los platos de Abengibre, de las monedas de
Obulco y de otros textos del Sur. Admitido el signo l: ! que resulta de muchos textos, y sobre todo del letrero indígena del nombre
¿q
de Cástulo, y supuestas .ciertas las equivalencias_ ,4 psrejas
Y, 8, 9, 11 de las otras voeales,hay una palabra de Abengibre'que
comienzagmr I a la que sigue el signo que ahora se estudia, el cual
necesariamentees unu oocal, y rinicamente puede sonar o y con este
sonido hay que identlficado.
Resumiendo lo acordado h¿sta el momento, quedan ¡ror identi6
ficar en el cuadro, el _signo del grupo c),y los 12, 18, 15,.L7, 18, 21,
y 25'del c), que iret'nosi'dentiffcandoc,tmenzandopor los más fá23
ciles y utilizando el método tradicional de comparar los nombres
indígenas y latinos equivalentes que aparecen en las monedas áel
Sur, y que corresponden a ciudades o a sus rnagistrados y atendiendo en cada caso a todas las circunstanci¿rsque den luz sobre
estas cuestiones.
[page-n-16]
[page-n-17]
IIt
CASTULO Y SUS MONEDAS
r
.1.:;.:.
Los autores antiguos hacen referencia a dos Cástulos muy distintos, situados uno en Celtiberia y el otro en las estribaciones meridionales de la Sierra Morena, sin que hasta el momento conozca monedas de uno u otro con el nombre completo, qscrito con letras latinas para poderlo comperal con el que tiene signos ibéricos'
Del Cástulo del Sur se conoce un grupo muy numéroso de monedas que tienen un busto o cabeza mult uniforme y en el otro lado
una esffnge parada, o andando, acompa.ñada de letreros latinos correspondientes a nombres de ciudades o de magistrados, o con letreros indígenas que deben ser correspondientes a nombres de ciudades (5).
En uno de dichos ases hay una cabeza diademada aeompañada
del nombre o nombres SACAL-ISCER, que está escrito sakarisker
en el plomo de Alcoy con su alfabeto peculiar y en el plomq de Liria con signos del N.E., y en el reverso la esfinge tiene debaio la
palabra SOCED (no interpretada hasta el momento) y delante el
nombre CAST que el P. Flórez completó para formar el nombrc
CAST(ulo) aceptado por todos los autorés posteriores como correspondiente a una ciudad oretana de la Citerior muy próxima a la
Ulterior, y cuyas rüinás identificó don Francisco Pérez Bayer con
las del despoblado de Cazlon¿r cerca del río Guadalimar y del Guadalquivir, no lejos de las ciudades de Linares y Baeza, durante'óu"Viaje Arqueológico por Andalucía y Portugal" en el año 1782.
Otros ases, de tipos idénticos a los, señalados, contienen baio la
esffnge un letrero, retrógado o directo, identificado por todos los
autores con el nombre indígena de'la ciudad y algunas letfas ibéricas sueltas, y no interpretadas, en el anverso o en el reverso.
(5) En realidad, gran parte de lo que sigue fué llevado al Congreso. Aro.r"ólóei.., del SudestáEspiñol dc Elchc. cn el año 1948. con el título "Notas
las teorías al tratar de
óbt" ti*n' ibéricos", y a-hr,tasc lepite. conrpletándose
identificar el alfabeto del texto A de Mogente, que es materia qr¡e juzgo fundamental. Pcrclónesemela repeticiírn, que lleva algunrrs moclificaciones.
[page-n-18]
t6
Pro
BItLl'JLrN
vrLLAcIla
EI nombre incompleto CAST hizo que los autores vacilara¡r e$
su atribución a varios pueblos de Andalucía, hasta que en 1857 al
redactar don Antonio Delgado, el catálogo de la colección del c¿rnciller Gustavo Lorichs las atribuyó a Cástulo, comparándolas con
la antedicha latina y atendiendo a lo abundantes que aparecen
de
en los hallalfuos'mónetales la Manéha Baja, y de3deeritonces,han
sido atribuídas unánimemente a la citada ciudad de Cástulo en
con ull toro parado y de los cuadrantes
compañía de los ser-nises
con un jabalí corriendo,
en
El nombre indígenade todas ellas aparece-escrito nna'de l:rs
formas:
d )H 4 O M A e ) A l Y O f \ H
é)AP1Ol.\\f) t4O|YA
c ) A l Y l O N {s } A M O 4 +
'
APIOt\N¿)AtYOt\+
,¡)
a) Colección Vidal-Quadras
Ramón n.o 207,1ám. 1. n." I5,
b),c) cI) a) l) Colección de don |oaquín
Albacete.
Sanchez ]iménez. de
g) h) Abundantísimas en todas las colecciones.
Las letras CAST de la leyenda latina comparadas can la indígena solamente dan la equivalencia del signo L7:ca, que no disuena
por su fornta, y el 5:s, ya admitido, y la circunstancia de'que el
signo central depende de la ú. Si admitimos como correcto el nombre ctí,stulo de los autores antiguos rest¡ltaría r¡ue el signo ibérico
central sonaría como úu y los siguientes I y o. La'equiv4lencia del
signo central con el sonido ¿t, ¡gs¡rlta difícil por existir textos que lo
adrnitido unánimemente'
contienen juntamente cou el 26:clu:úu,
es correcta y resulta clara en otros lugares,
La equivalencia del l:l
y tampoco hay duda que los signos finales equiv:rlen a o, sobre todo, partiendo de la forma c), que es idéntica a la del N.E. La forma
de la o en IVlogente, es :rnáloga a las que tiene en estos ejemplos.
Volviendo al yalor del sigrto certtral será necesario aceptar que
el nornbre "Cástulo" es ura versión tnoderna (como aparece en lápidas tarraconenses del tiempo cle Haclri¿rno) y que antes se llamó
[page-n-19]
F&
PI.OMO ESCNI.rC' DE I"A BASTIDA
DB LES
ALCUSES
17
de otra mAnera, como sale eD un "castlosaic" tlue figura en una Iá*
pida de la localidad. Así misn¡o, las versiones meclievales dan las
formas Castelona O Castalon¿ry en las monedas godas apareCe en
las formas CAST-L-NA, CASTELNA y CASTILNA'
[page-n-20]
[page-n-21]
IV
LAS MONEDAS CON LA LEYENDA OBULCU
Hay muchos ases,y algunas piezas mayores, que llevan por un
lado una cabeza femenil muy característiea con mofio, y delante el
nombre OBVICO que se srlpone correspondientea una ciudad de
la Bética, mientras que en el otro llevan arado y espiga y algunas
vecesyugo y en algunosdos nombreslatinos de magistradosque resultan ser AID(iles), o de dos nombres indígenas escritos con un alfabeto ibérico,.o de uno solo indígena'.qupmáq adel4nte se:verá l0 que
significa.
Entre los ases que tienen dos nombres indígenas entre arado y
espiga los hay con uná de las parejas escrita en dos formas Cistintas
a) (Vives, lám. XCV. 7) V b) (V Q R. n.' 5lg e improntas de Vives)
no existiendo dudas de que correspondena los mismos magistrados
al ?&x\,
hl MX 40H(
M X 4 0 l l l ?& D(\
cuyos nombres son legibles en parte, ya que el signo 3 de a) I es
idéntico al inicial de algunas monedas de tergacom, aparece en la$
monedas de contebaconr. (Contrebia crárbica) y redondo en muchos
tiestos de Liria, leyéndose en los nombres e0deki y }lcos. Si este sig.
no euadrado suena d,e-te, el análogo segundo de la palabra a) 2 no
puede sonar igual.
Además dé'los dos signos iniciales de los nombres al 2 y b) L
son del mismo sonido y, en cambio, han de ser distintos de los 2
de a) 1 y 4 de a) 2 q:oe hemos identificaclo con los sonidos go-ko.
Para determinar algunos de estos signos comparemos uno cle
os nombres con otro latino idéntico que aparece en semises (Vives,
XCVII. 5) que tienen por un lado un "Toro parado" sobre el nom(venet) de rur magistrado y
bre OBVLCO,.y,,brijo el de VIINIIT
"Aguila explayada" bajó el nonrbre RODILCOS cle un
en el otro
[page-n-22]
PIO
BELTRA}í
VILL.{GRASA
indígena homénimo del que figura en los ases,pues fácilmente se
las correspondencias
siguientes:
estahlecen
MX40lil
tr4xlox
,S COL BO
DI
que IIos dan do¡ foqmas del signo inicial equivalente a bo - po y la
-del
segundo con d! - ti, y el nombre indígena de
eguivalencia
Cástulo qu9,hlb-hmos dejado ern suspenso sería castilo. Esta forma
del signo-dj -;t dividtuá a lqi {fqb,gtos' ibéricos dei's*
do, gr,.r.
"ri
pos ,egúrr'ú,lg ;".iügar¡
el signo ,gitado' o la forma de tridente
co,
-mo en lo! textoi de Mogente, y eitas formas parécen exóluirse
mú{uamenter por lo menos en Obulco hasta la fecha.
Esta equiválencia dé ambos signos iniciales, se refuerza por'haque tienen eI busto femellarse en ciertas piezas grandes, y en ¿rses,
nil cit¿do y. OBVLCO er. llos anversos y un sólo nombre indígena
en !o¡ revelsos, priesto bajo arado, espiga v yugo en una de las clos
formas:
, .1'
A4r!tAA4DKn
que se leen ibolna, o ipolca mal interprétadaS pór los autores del
siglo pasado que las supusieron correspondientes a un magistrado
indigena. Pero en lápidas de la comarca que se extiende por Priego,
Cárcabuey, Almedinilla (Provincia de Córdoba). Alcaudete, Alcalá
del Río (Provincia de Jaén), hay citados varios personajes que fueron "fpolc.onenses" o naturales del "Municipio lpolconense" (C. I.
L. II. n.' 1646 de Alcalá) o l'Ipolcobulconenses" (n." 1643 entre Priego y Alcalá, n.o 1651- 1652 en Carcabuey y otro título en Alcaudete), dando lugar al nombre sencillo "Ipolca" o al doble "IpolcaObulco" que coincide con la reunión de'los dos que tienen las citadas monedas.
Atendiendo a estos hechos, cabe pensar en que la "Obulco cognomine Pontif.iciense" (Plinio Nat. Hist. I-IIL cap. I.; Estrabon
2126'2125'
III - 2, 2 y 4, 9 - Ptolomeo oBu).xov
topaoi.oq- C.I.L. II
2132 etc., etc.) correspondiente a la actual Porcuna, le haya dado este
nombre de¡ivado del indígena "Ipoloona", siendo "Ipolca" sü nom-
[page-n-23]
IjL
PLO.\.IO üSCRXTO DE LA
tsASTID"4, DE LES
ALCUSES
':I
bre antiguo. También puede pensarse en que en la región de las
lápidas citadas hubo otra ciudad con nombre parecido a Obulco y
próxima o gemela con otra lpolca, de acuerdo con una cita de Apiano (lbérica, cap. 68 - F. H. A., t.o IV, pág. lfS) en la cual se relatan
las guerras de Viriato cerca de las ciudades de "Gemella" y *Obolcola" y este último nombre parece corresponder a una *Obulco minor" (Obulcula). También en el camino X dei itinerario llamado vulgarmente de Antonino hay una mansión llamada "Obulcula" entre
las de "Carmo" (Carmona) y "Astigi" (Ecija).
En los Platos de Abengibre, no ha salido el signo de di - ti en
forma de tridente, y son del mismo grupo que.los letreros de Obulco;
más adelante insistiremos sobre este grupo de signos en relación
con Mogente.
En el texto A de Mogente no existe un signo que sea idéntico
a los ya estudiados corno bo - po, ni tampoco iguat que el otro anáIogo de Obulco no leído; esto, no obstante,hay uno análogo incfuído en el cuadro con el número 15 y que provisionalmente leeremos bo - po.
[page-n-24]
[page-n-25]
v
LOS ASESDE
*ORKE" Y
OTRASEMISIONESANALOGAS
IIay ases muy comunes, oon cabez.a
v¿ronil en.los anverso3,que
tienen en los reversos un :iinete con lanza y rodela ¡ bajo ó1, una
leyenda directa de formas varias como las:
I.IPK*KI.'
FPI(*KII
PP \K IT',
K
¡ t
leídasintuitivamente por Sestini(1817)como VRKEKAN o VRCECAN
y que luego Felicien de Saulcy (Essaf- Leyenda 117) atribuyó, t4rnbién intuitivamente, a "U¡ke Bastitanorum", supuesta sifuada en el
Sinus Urcitanorum o Golfo de Almería, tierra adentro sobre el Río
de Almería.
Una ceca vecina emitió ases análogos con otras leyendas que
también aparecenen denarios que üenen un jinete armado de lanza
y rodela y que lleva otro caballo de las riendas,
Los letreros citados son de formas muy variadas y entre ellas
las siguientes:
fuAf'O=
f.r^f\.o+Kl..t f.r^l.
o+Kf.¡
f'JAl.
o+KI\ r.'At
ol-'+rN NAf.Of.+K
l¡
Los dos últimos signos forman aquí, y.en el grupo anterior, una
desinenciacomo Ia -ken propia de las monedasde la costa del N.E.
y Levante y el signo anterior ocupa el lugar de la -,i detrás del nombre de la ciudad en las citadas monedasy admitiendo análoga formación en los nombres que ahora se estudian, resultan las lecturas :
orke- s -ken; tkal0-i; ikalQS-ken;
ikal}n'í
ken;
[page-n-26]
BIO
BELTRAN
VILLAGNAS,{,
correspondientes a dos pueblos o tribus de los orke-tas y cle los
iknl)-tes o ikal\n-tes cuya situación exacta no es conocida aunque
p¿rece gue fueron costeros y no muy al sur del Cabo de la Nao,
pareciéndose su nombre al de los igletes de Ia costa, frente a las
Baleares.
'Es :fácil
comprender que, o sriltonetnos que este alfabeto es en
todo análogo a los del Sur, o aon solo dos nombres resulta im¡nsíbh .dcfibltfühar liónl:Cbg'úrfdad 3üi s!focií y, aóbiettoilb' bl: eüdrto
de las leyendas de arriba que hemos dejado en blanco.
como o ó como gu-ku; pero secoEste signo ha sido considerado
noge la 5¡i¡s florla:voint o y no lqb sido visto e}puntg centrd cprifo en
d gt&u dnl N.El; esr to cuaüno parbc€ir eonflrmados edtos sonlüib
para un signo que es muy análogo'a loe depéndientesdé lob'soúi
dos d, ¿.
i
I
.
tl
[page-n-27]
VI
SIGNOS BILITEROS EN LOS ALFABETOS DEL SUR
CORRESPONDIENTES A LOS SONIDOS BE - PE
¡
I
Si atendiéramos únicamente ¿ la semejanza entre signos de va.
rios alfabetos, tendríamos que los números 18 de lr,{ogente habrían
de ser identiffcados con el 4 - i del N.E. o con la variedad 2." (Liria) del 13 del N.E., y como la primera identificación no es posible,
queda la seguncla como muv probable. Esto, no obstarrte, y para no
proceder exclusivamente por impresión, acudiremos a casos de los
que resulta que,en muchos puntos del sur el signo 13 de Mogente
swena be-pe.
Comenzaremos por un As muy raro (Vives, ceca 96, lám. LXXII)
conocido por pocos ejemplares [Delgado: Catalogue de Lorichs,
n." 1302 con leyenda incompleta. - Fernández Guerra (D. Aureliano) : Carta dirigida a Mr. Caumont a_comienzos del año 1860 explicándole y dibujiíndole "una moneda de Iliturgi" que acababa de
adquirir. Rada y Delgado : Bibliografía Numismdtina Española,
pág. 2BB, L. - Z6bel de Zangróniz: Estudia histórico de la anti:
grru moneda eqpañol.a, T. II, pág. ll4, 3, como de Iliturgi. - Pujol y Camps: Epigrafía Numistruitica lbérica, n." 2fi2. Copia incorrecta y explicación de su nota siguiendo a Zóbel. - El mismo, de
nuevo. Más datos sobre Epigrafía lbér'ica, en el Bol. Real A. de Hist'oria,2 de mayo y 16 de iunio de lti9Ol que tienen un busto análogo
a los de Cástulo o del Stu y en el otro lado un cuadrú¡mdo (lobo ?)
ithi,phalo andando a derecha, encima una estrella de ocho radios y
débaio una leyenda directa, siempre mal copiada que no se ve
clara en el ejemplar del .Museo Arqueolégico Nacional y sí en el
que posee el Instituto de Valerrcia de Don Juan (que antes fué de
don Aureliano Fernández Guerra), y en el que se lee:
rf o$P.F
[page-n-28]
Pro
26
BELTnAN
vTLLAGRAST\
"iliturgi"' ni hallar semejanzas entre
sin que sea posiblé interpretar
l"ti"os iliturgenses (Vives' lám' CVI)'
estal piezas y Io,
","'
el apéndice lateral
Todos los signos están cl¿rros' salvo, quizá'
ni inconveniente'
del 4,", qo" prr"di"ra falt¿rr. No hay dificultad,
para leerla Provisionalmente:
i-t-di-O-t
- g u i '6 i - I - d i - O - ' - g i '
^
sin leer y que con arreno pudiendo ser i, el siguo qué se ha dejado
y a los signos va
glo a los principios fundamentales enunciados'
que dependiera de la b'
áeterminados, será un bilítero. Suponiendo
con la cita de Esteban de
se relacionaría el nombre de las moneclas
'EhBriolr¡, r¡dhg faptT¡ooov
Byzantio, tomada de Hecateo, el cual puso
al nombr€: Qü€' r€o'r"", Eliberge de los Tartesios, muy parecido
ya establesulta de las monedas y que conforma la equivalencia
cidaparalos,soniclosdi..ti'EnObulconohanaparecidotodavía
no suceda' hapalabras con estos signos, y mientras tanto esto
- pe a signos no identificados
Lrá necesidad de dar-los sonidos ba
de sus monedas.
- pe atendiendo a las
Se afirma la solución propuesta para be
muy especiales y en una de
monedas de Iliberi (Granada), de tipos
nombre moderno'
las cuales, de gran módulo, está contenido el
las tres piernas de
FLO - REN - TIA cle la ciudad, escrito entre
que en el otro lado hay
una "Tricluetra" con cara humana' mientras
que tiene delante un
un busto barbudo con gálea empenachada'
ramo de laurel (Vives, Ceca 98, Iám' LXXII' 1); el sobrenombre
..Florentia,, aparece como de dicha ciudad en las
(o nombre) de
las que figura
iápidu, granadinas que salieron en la Cancillería, en
Florentinorum lliberritanorum"
aál"ante el "Ordo Municipii
"oLo
pleito sobre la
y que resolvieron en favor de Granada el antiguo
situación de la ciudad de lliberri'
Hay otras piezas, del mismo tipo que la grande y de menor
letrero
tamaño, que tienen entre las piernas de la triquetra un
monedas menores con la
indígena entero o partido en tres. otras
mÍsma o análoga leyenda irrdígena, llevan por un lado una Victoria
y
con escudo y, en el otro, busto galeado, como antes, o un astro
creciente.
Otro grupo de ases, tienen por un lado una cabeza varonil desnuda y Á el otro una esfinge parada y debajo la leyenda ibérica'
que más adelante pasó a ser una leyenda'latina escrita ILIBERI
que hay que suponer equivalente a la indígena'
o II-Ignn,
[page-n-29]
EL
PLOMO ESCRI-To DE LA
I]ASTIDA
DI'] LES
ALCUSES
!'.1
En el año 1858, al pr-rblicar don Antonio Delga
Frta?l-uI
o sea b en el cuarto signo. Más adelante, en su Nueuo Nlétoclo,
publicado en 1873 (Tomo II, pág. 95), corrigió la lectura anterior
vacilando entre los e, i, para el signo inicial, dando eI sonido ¿¿al
3.' y dudando si hacer equivalentes al beth o al resch los signos
43 y 6.o, que supuso idénticos, a pesar de que en algunas de las
piezas que publicó los tenían distintos. Con este criterio ecléctico,
ley6 iluber.
La realidad es que, en algunos ejemplares, los signos parecen
iguales pero en otros son muy distintos y los nombres'aparecen en
una de las fornras:
N[A?T.Iq
TFI-?TD F'}AP|IJP
NNA?Pq
que permiten leer ilubeir y con mayor diferenciación en I¿ última
forma, transcrita de un ejemplar con la esfinge. (Vives LXXIII, 4). '
No queda ninguna duda sob¡e que el signo 4.o sonaba be y que
el 6.o era Í, aparte de que estuviera escrito más o menos correctamente.
Es útil advertir, que en algunos ases con el tipo de la esfinge, a continuación de la leyenda corriente, hay el grupo de signos:
CMryN
que suena kestin, quedando incluída la ceca de Iliberi en el grupo de
las que tienen el signo en forma de tridente a diferencia de los alfabetos oretanos, qlre tienen la otra forma rombal. Es verdaderamente sensible, no disponer de más textos de la región de Granada, para poder hacer la delimitación de las zonas correspondientes a una
y otra forma del sigrro di - ti.
[page-n-30]
[page-n-31]
VII
ULTIMAS EONSIDBRACIONES SOBRE LOS
ALFABETOS DE MOGENTE
Atendiendo al texto A, con alfabeto completo,'solamenterestan
cgrrespondientes
por deterqrinar los signos números 23, 12, 2l y ?J5,
gu'kuy do-to, qtrcno se 4tir
de-te; bq-pq;
a los cuatrosonidos
del N.B.
milan inmediatarnentea las formas correspondientes
Sin embargo, la forma 23 del texto A se parece mucho a la que
suena di -ti en Obulco, y si la. forma de üidente fuera úí'úL'ea
Mogente" quedaría la 23 para de - te y recíprocamentesi subsistie-'
ra en Mogente A la forrna de Obulco, saldría Ia forma de tridente
para de - úe. Sin varias palabras escritas a la vez con dos alfabetos,
no podrá darse eomo definitiva ninguna de las dos soluciones.
Unicamente nos quedan por determinar los signos 12, 2L, 25 correspondientesa los tres sonidos biüteros ba - pa, {4t - ku, do - to dependientescada uno de los b-p, g-k, d-t, para los cualesno he
sabido hallar palabras que los individualicen con seguridad. Sin
embargo, la forma 25 parece acercarleal signo o de Cástulo y el 2I,
que es final en muchas palabras del sur, puede ser equivalente al
sonido gt - ku teniendo en cuenta lo fácil que es la transmutación
del gu con el go ylo abundante que es la terminaciín go' ko en las
palabras ibéricas. Admitidas, aunque sin seguridad, estas equivalencias, quedaría únicamente el signo 12 al cual habrla necesidad
de asimilar el sonido ba - pa. Observaré aquí, que no he hallado la
forma t2:I del N.E. en palabrasibéricasdel sur.
Pasando al corto texto C, no tiene discrepanciascon el A, sino
en ligerísimos detalles. En cambio, el texto B tiene variaciones importantes y, sobre todo, tres signos que son totalmente distintos de
totales 'Je
las
los del A, sin que pueda asegurarse correspondencias
sus signos por tratarse de un alfabeto incompleto. Dichos signos
aludidos, son el 4, que es análogo a uno de los i del Plomo de Alcoy, atendiendo a lo cual ha sido considerado como i con lo cual
no se tiene ninguna dificultad de lectu¡a.
El signo B es muy análogo a la e del texto A, y puede ser asimi
lado a esta vocal que falta en la forma que tiene en cl A,
[page-n-32]
PIO
AELTITAN
VILLAGRASA
Finalmente, el signo 23 B, es idéntico a una de las formas gu-ku
del N.E.; pero sl admitimos que eI 2I de Mogente sonara gu-ku
quedaría para él únicamente el sonido de-te ya que, en cambio falta en el B la forma 23 A.
- Es cierto, que algunas identifigaciones solamente pueden ser
provisionales en espera de nuevos textos que las confirmen o las
anulen y'e¡to-s habnan de.,qgr,de .varias procedencias y épocas, va
que en Cogul, situado en plena región del. alfabeto del N. E., la forma del número 29: go-ko ,es más semejante a la utilizada en el
sur y lo mismo parece suceder con la forma del equivalente a los
sonidos bo - po.
Resumiendo, p&ra terminar, hemos prescindido de todos:los 1",
treros no imprescindibles para leer los textos de Mogente y tanto
en los estudiados como en los utilizados hay variantes locales (a
veces importantes), que no son fáciles de valorar fonéticamente en
su totalidad y en forma precisa, por falta de suficiente número de
textos; puede asegurase que cuando estos aparezcan podrá ser exfuesto un alfabeto definitivo.
[page-n-33]
VIII
LECTURA DE LOS TEXTOS DE MOGENI'E
Con los alfabetos propuestos, el Plomo de Mogente puede ser
leído sin grandes disonancias.
La lectura propuesta para el A, comenzandopor el ángulo inferio¡ de la derecha, está de acuerdo con otros plomos que contienen
fórmulas mágicas, y con que el reglón superior tiene una sola palabra.
por abajo)
TEXTO A. - (Lectura comenzanclo
¡
I. I: ganieiclon gabe.- 2:uoiilder - gabe.- 3:stikel(u)-gabe.- 4:uordaker - gabe.- 5:aiduaibegi - abe.
fL 6:boeidoi - gabe.- 7: ersiku- gado:- B:Sakarbis- gabe.
gi
9: ersikugab
e.- L0: aiduarbe - abe.
l3:saldulaIII. Ll:uordaker - gabe.- L2:bubalder - gabagogi - abe.- Ií:saldulagogi - ado.
L7:(be)goldis'
lí:ardaker - gabe.
IY. 15:ersiku - gabe.- gabe.- L8: ersiku- gaado.- L9= be,
daoden
Y. 2}:i¡aldulagogi - abe.
por arriba).
TEXTO B. - (Lectura comenzancio
L
lL
llL
IY .
L: dodalaokidieku.- 2: Sibeldiiikan.
S:betar (?) kubeku'.- 4:iltoii.n dekekuka'- 5:nanbin.
6:binbeiai ikan. - 7:betaku.
qku.- I0 :laki'
8 : orkecleikekuka.- I : beedeb
TEXTO C. - (Lectura comerzada por arriba).
L 1:. ..sbeliku.- 2:oduta.ll,. 4: ...nki.
S:bisikudarakar'
Además de los detalles consignadosen la descripción hecha al
comienzo, conviene observar que en el texto A parece manifiesta
rrna equivocación del amanuense,el cual cuando grabó la frase 3,
[page-n-34]
g2
PIO
BELTN.dN
VILLAGRAS.A
solamente pvso Stileel y como Ia terrninación en J repugua en las
palabras ibéricas, tuvo cuidado de añadir una u fin¿rl olvidada, la
oual puso un poco más alta en la línea superior y en la separación
de dos palabras. Es evidente, que dicho signo añadido solamente
pued.e.ser de la citada palabra.
Yd'fué inilicado al'principio que la palábra 2,0 parece un error y
que el escribiente abaudonó la palabra aperlas comenzada su esclitura y, sin embargo, cuando se intenta'hacer la traducción, hay ula
acepción de óe que parece cierta en este caso.
Atendiendo ahora a los finales cle las palabras del texto A, y
prescindiendo del signo suelto que forma la palnbra 19. todas las
demás terminan en una de las dos desinencias - gube o - guddo
(ótras veces - gado) y que cuando la palabra c¡ fr¿rse atrterior termina en gi - ki, se pierde la g de las desinencias, que se transfórman en
- abe y en - ado, respectivamehte, fesultando <1uelas cinco desinencias existentes, se reduceu esencialmente a dos - gabe y - gacloEsta circunstancia, jutrto con la manera en (ltle apareció escondido
el plomg y con la distribución de las palabras en el texto A, están de
acuerdo para darle carácter mágico o de exorcismo que parece conv'eriirlé; y atendiendo a su náturaleza, es posible intentar la trirciucción o interpretación de algunas de las frases que contierre.
[page-n-35]
IX'
INTENTOS DE INTERPRET¡\CION DE ALGUNAS
FRASES DEL TEXXO A
La comparación de este escrito con otros levilntinos, y dr:l sur,
da palabras comunes, en su totalidad o en parte, indicando la
existencia de lenguas comunes o análogas; y si admitimos tur tronco originario primitivo para las lenguas ibéricas, aplicarenros a la
resolución del problema la investigación de las analogías de una o
va¡ias lenguas ibéricas entre sí y con otras vivas o rnuertas. En este
punto no insistirernos en las palabras, ya señaladas en otras ocasiones, que son idénticas en ibe¡o y erl vasco, y sí en elue las coincidencias totales de palabra, y aírn de frases, en ambos idionras, son
tan sorprendentes, que no pueden ser producto de la cas.ualidad.
Además, aun contando con lo que pudiera haber de casual en estos
hechos, ellos me parecen más conviniéntes rlue las mer¿rs arialogías
con raices de otras lenguas que, a \¡eces, están funclaclas en cadenas
de palabras en las que se van debilitando las semejanzasqueclando,
al final, poco más que la buena voluntad de los lectores y la reconocida ciencia filológica de los expositores.
Después de algunas discusiones, p¿rreceser que actualmente se
va admitiendo la existencia de un proto-idioura, del'cual seríarr descendientes directos muchos de los idiomas ibéricos antiguos y una
parte no contaminada del vasco ¿rciual, obtenida suprimiendo en
esta lengua las grancles aportaciones antiguas y modenras que lo
han desfigurado.
Quedan así ciertos resíduos que coinciclen casi absolutamente
cr¡n las palabras de los tertos ibéricos antiguos y que sirrrerr'de punto de partida para otras investigaciones. I-a mayor clificultad con
que ha tropezado este método pal.a ser aceptado está en que por
medio de otros estudios se ha llegtldo a teorías rnu\¡ ¿¡ceptables y
jLrstificadas sobre los orígenes de algunas palabras v¿lsc¿ls, resulta
),
desagradable y clifícil dar contralnarcha cu¿rndose cree haber acertado con la vertlacl cle un asunto ¿tunque otras:pnlebas la corrtradigan o r-rieguen.
[page-n-36]
34
PIO
BELTNATi
\TLLACRAS.!
No se me ocultan las tnuchas dificultades y contr:apmebas que
puederr ser presentadas ¿r la ¿rdmisión de la identidarl de palabras
antiguas y modernas; pero es evidente que gran parte de la oposición se fur-rda en las exageraciones de otros tiempos cuando se
hacíur teorías sin conocer el alf¿rbeio o cti¿rndo se llegatra a dar
valores caprichosos a los signos. Ahora no hav motivo ie dudas en
este ¿tspectopor.que es mrry p0co k) que aún es dudoso o discutible
en el alfabeto del N.E., y porqlre cuanto mejor se conoce un alfabeto, más palabras ibéric¿rsy vascas resultan iguales o c¿rsiiguale5, ,y,
el'vocabularib comírn con sorprendentes anade día cn clí¿r¿rument¿r
logí:rs cuya exptlsicióu no es cle este lugar.
Soy un convencido, desde hace años, de que los vasos de San
Migtrel de Liria han de dar mucha luz sobre este asunto, como ya
t"rr". consignado en otros lugares a p4rtir del año 1934' Desde
"r"o
entonces he Seguiclo laborando con mi método empírico y_ sin hacer
caso de las oltjebiories que se me han hecho ni de su índole, a veces
que he
despectiva y otras algo incorrecta o violenta' P-ero es el caso,
en
llegaclo a conclusiones que pareien definitivas y que expondré
las
otro estudio sotre las inscripciones del Cerro de San Miguel,
cuales constituyen, a mi entender> un grupo de textos de los más
importantes que existen. Y creo que entonces' a no ser que delibe,aáa*unte sa insistá en no admitir ni las prüebas más terminantes'
'a equivalencias sorprendentes y muy útiles si son
poclrá llegarse
ip.ovechadas cón prudencia,
Sin embargo,.conviené citar algunas frases muy claras como son
las tres que contiene eI fragmentá de h Serreta de Alcoy hallado
en 1946, un¿r de las cuales, bioiildun, equivalente a bios ildu n,
aparece relacionada con el vasco por las equivalencias.siguientes:
bi,otz:con;tzón (Azkue: Di,ccionario T' I., pág. 168, col' 3' foda la página 169, sus derivados).
i,tdu: apocado, desanimado, medio muerto (Azkue,'I; pág' 407'
col. 1) con el ejemplo GISAIO ORI ILDUTA DAGO; "este potirete
está apocado", que se enlaza claramente con el lldutas de la primera línea de la Estela de Si¡rarcas que allí aparentaba sel un nombre
de varón y que puede serlo aplicándole uno de los significados que
se indican.
En la misma estela aludida, salieron otras palabras vascas y sobre todo la eduki o euki, que en ambas formas significa tener y
su coincidencia no parece casual. Además, algún derivado del verbo
vasco ekarrí, que signitica traer.
Este mismo verbo aparece varias veces' en el Plomo de Castellón
como en su última palabra n.o 21, que se lee baiteS - baniekarse v
[page-n-37]
.
;
,
F't- pl,oMo Escllr'to, :úE LA nAs'rrDA Dr.t LEs Ar,cusEs
Sb
c,rya segunda parte en vasco significa si go lns traiera y la primera
puede interpretarse e.n dos formas, ambas del idioma vasco. Otro
tanto sucede con Ia n.o 16, que se lee bei - ikai - ien - 3e, cuya parte
central ikaitzen significa trdelos. Todavía esta misrna ide¿r está
expresada'con la palabra completa ekaiiu, que significa, con. toda
corrección, truedlo.
El imperaüvo del verbo ikusi, qve significa Der, es ekusu en
vizcaino arcáico y hoy se dice egudsu por oeclla. En el Plomo de
Castellón está escrito ekuiu y no cabe mayor coincidencia. (No he
querido poner sino ejemplos con formas verbales para ver cómo pueden ser halladas).
Y así podríamos poner gran cantidad de ejcmplos tan ct¡nvincentes comos estos; pero der.ivaríamos de nrrestros propósitos. (Iue
consisten en observar que a pesar de haber ocurrido muchirs mr¡dificaciones fonéticas, gramrírticales v semánt'ic¿¡spara pasirr del
ibero antiguo a una parte del vasco actu¿rl. hay muchas ¡ralilbras
que se han consen'ado inalteradas, y ot¡as. elr rn¿yor número, ligeramente modificadas y cornenzar la investigirción por el postrrlrrdo,
o mejor teorema, que tiene para tesis la de un origen comínr ¡rara
las lenguas ibéricas antiguas y para una parte importante del r,¿¡sco
actual.
volviendo 4l texto A cle Mogente, y supo'iéndole amuleto mágico, Ias termi.aciones comunes de las palabras dan u'a i'terpretació' definitiva para el sufijo - gabe y otra no tan rotunda pe,rr:r
la
desinerrcia - gado. En efecto, la palabra gabe sígnifrca si,n (Azkue,
Diccionario. T. I, pág. 312, aol. \ y en el Díccionario d,e López
I\4endizábal (p/ag. zaq están las palabras - gabe, - gabe:ko y la crntracción - geko con el mismo significado. Análogame'te, err ¿mbos
dicciona¡ios, - ge es un sufijo clue indica pri.cacíón, con lo cual,
o el - ga o el gaa del texto A dará la negación del concepto que les
antecede y podría ir seguido del sufijo modal vasco - fo, que no
cambiaría el sentido. Esta interpretación de la seguncla
porque a una misma frase están unidos ambos sufijos y no es admisible que establecieran con relació* a 'n misrno hecho dos deseos
contrarios.
según lo a.tedicho, las 1g palabrtrs so'referentes a cosas o acciones indeseables y se expresa el deseo de que no at¿rcaran¿r la
casa donde trpareció el plomo ni ¿r l¿rs personas habitantes er-r ella,
ni a sus intereses, lo cu¿rl será necesario concordar con los significados que se les puedan dar, po' comparación con voces o frases vascas. Esta e)-tnrctrrra del texto da rnayor f¿rcilidad para íntentar su
[page-n-38]
trad.ucción; pero serán eliminadas todas .aqueltras;pafabras sobre
cuya loctura haya dudas, para que el resto qgede más firme.
Las' palabra.s 5 : l0 suenan respectiv.amente:
aiduai - begi - u.be. aiduar - begi - abe
y par¿ ellas resulta que:
aiclttr:maligno (Azkue, T. I, pág, 15, col. 1)
begi:ojo (Azkue, T. I, pág. I42, col. 2)
(g)abe:sin (según lo dicho más arriba),
y la frzrse es: sir¿mal de ofo, contra la casa y sus habitantes.
En los platos cle Abengibre (Albacete) se repite una fra.se, escrita con un alfabeto análogo a los de Mogente (sin el signo di - ti en
forma de tridente). rlue se lee,
aidurpen, ediacu
y dejando sin traducir la segunda palabra, por si hubiera dudas en
la lectura, la primera está formada con aidtr,r, que significa maligno, y el sufijo derivativo - pen, que significa an-to (Azk:ue. T. II
pá9.I62, col. t), y la frase alude a un maleficio que amenazaba a
los clue usaran los platos y del cual creían librarse con dicha frase.
Parece completarse esta idea con otro letrero grabado en una
de las páteras de plata de Tivisa (Tarragona), el cual se lee:
bateire. baicar. sogin. baicar
correspondiéndose con el vasco actual en la forma:
batere. bacar. so - eght. bacar.
que significa:
bater¿:ni uno (Azkue, f, I, pág. 138, col. l)
bacar:solo (Azkue, T. l, pág. I27, col. 2)
so:mirada, atención (Azkue, T. II, pág. 225, col. Z)
so-egin:rnirar (Azkue, T. II, pág. 222, col. B)
y la frase diría:
(nadie) ni uno solo mire -ni uno solo (nadie)
repitiendo la última palabra, ¡tara dar más fuerza a la expresión
que tenía por: objeto evitar'"el mal" dado a la comida por los "mirones".
[page-n-39]
EL PI,OMO
E8ÜAITO
DE LA
BASTIDA
DE LES
ALCUSES
,Í..a frase.inicial del texto A de Mogente se lee:
ganí-eidott-gabe
y 'la pahtrra eentr¿rl.está en un plato de Atrengibre que'tiéne
'tratla.ur¡a,frase de tres palabras, una de las euales se lee :
gra-
d,i - eitlon
y análogamente en la palabra'6 del texto A de IVfogente, que parece leerse
bo-eidoi,-gabe
Actualmente en vasco hay las palabras:
erdo:aítublo, roña (enfermedades de las plantas) (Azkue, T. I, pág, 253, col. 3).
errhoi:rcña de las plantas (ibid)
erdoitu: anieblarse el trigo (Azkue, l, 2'54, col. 1)
ganil:flor
del maiz (Azkue, f, 325, col. 2)
y el mal que se trataba de evitar con esa fórmula era una plaga
criptogámica primaveral de las que atacan a las gramíneas y quizá
a nna planta análoga al rrraí2, el cual no se conocía entonces.
En otras palabras, la terminaciín -ker debe ser asimilable al
sufijo vasco - keri,, que indica cualldad viciosa (Azkue, T' I, pág.
481, col. 2) como en las voces URDEKERIA, equivalente a porquería o "cualidad de puerco" (Azkue, T. II, pág. 367, col 1. URDAo suciedad) que parece coincidir con la paKERlA:obscenidad
labra de los lugares 4 y II que suena uordaker - gabe, aunque no es
fácil determinar su significado antiguo por las modificiaciones semánticas que el tíempo pudo originar.
Análogamente la palabra 16 suena ardaker - gabe y parece derivarse de cualquiera de los nombres del vino (siempre con la raíz
ard, Azkne, T. I, pág.60, col. 3, ARDAN, etc. etc) y significaría
no tenga la misma versión.
"borrachera" aunque actualrnente
También pudo resultar de otras palabras derivadas de art corlvarios significados. pero no es ocasión de desarrollar estas hipótesis.
Y, así podríamos ir comparando otras palabras ibéricas del texto
con las homofónicas vascas modernas, pero es preferible no f.orzar'
las analogías dejando unicamente las anotadas.
En cuanto a los otros dos textos de Mogente es probable que
admitan comparaciones de sus palabras con las del vasco; pero
[page-n-40]
:gll
carycre1d9de rndiaioslsobre la
"e:su,eontenido,cn los
"**"U*;
cuales habrían de ser apoyadas determinadas'.,¡uop¡restas,
juzgo p_referible no insistir aquí sobre ellos.
,,,, Tg1ryino:estetrSbajo, haciendo observar que la.natu*aka espe.
cial del texto A de.Mogente ha sido una ayuda considerabtre
pa¡a la
comparación de palabras, lo .cual ha podido ser extendido a letreros de Abengibre y de Tivisa. En cierto *odo, ha sido ayuda anrí*
loga a la que dan las escenaspintadas en los. vasos cuando se relacionan con los letreros escritos en ellos.
No son muchos los resultados definitivos aquí expuestos,
¡rero
sí los suficientespara ver que el atrevido método de comparar antiguas palabras ibéricas con modcirnaspalabras vascasda buenos re.
sultados sn algunos casosy deducir que puede ser aplicado a otros
'$luc}*Ls,,aungue rebultadosno sean
l,os
tan perfectos ni los caminos
tan sencillos y elementales.
[page-n-41]
I N D I C E
tóg¡.
I._DESCITIPCION
II.---OBSERVACIONES
DEL
PLOMO
GI'NERALES
Y LOS IDIOMAS
III._CASTULO
IV,_LAS
V._LOS
3
SOI]RE
LOS
ALF'ABETOS
IBERICOS
Y SUS MONEDAS ...
MONBDAS
CON
ASES DE "OIiKE"
LA
15
LEYENDA
OBULCO
19
Y O]'RAS E\,ÍISIONBS ANALOGAS
23
BILITEROS EN LOS ALFABETOS DEL SUR, CO.
RRESPONDIENTES A LOS SONIDOS BE-PE...
ZD
VI._SIGNOS
Vü.-ULTIMAS
CONSIDF]RACIONES SOBRE LOS ALFABETOS
DE MOGENTE
VIII._LEC1'URA
IX.-INTENTOS
DE
I-OS TEXTOS DE
D¡] INTERPRETACION
DBL TEXTO A
29
MOGENTE
3l
DE ALGUNAS FRASES
33
[page-n-42]
P. BELTRAN.-EI
Plomo
LAMINA
cie ia B¡sticia
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[page-n-43]
P. BELTRAN.-EI
Plonur cle la Basticla
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[page-n-44]
P. BELTRAN.-EI
Plorno de Ia Bastida
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PUBLICACIONES
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Levantina, - Anuariodel SIP,1928.Archivode Prehistoria
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labo¡ del
l¿rbol clel
Anuario del SIP, 1945. Anuario del SIP, f952. Anuario del SIP, f953. -
Valencia.1929.
Valencia, 1946,
Valencia' 1952,
Valencia, 1953.
MEMORIAS ANUALES DE LA DIRECCION
Museo de Prehisto¡ia en l928'-Valencia 1929.
SIP y su Museo en el pasado año l929.-Valencia 1930'
SIP y su lr{useo en el pasado año l930.-Valencia 1931.
SIP y su Museo en el pasado año 1931.--Valencia 1932'
SIP y su Museo en el pasado año l932'-Valencia 1933,
SIP y su Museo en el pasado año l938.-Valencia 1934.
SIP y su Museo en el pasádo ¿ño 1934.'-Valencia 1985.
SIP y su Museo eIr los años 1935 a l989.-Valencia 1942.
SIP y su Museo en los ¿tfios 1940 a 1948.-Valencia 1949'
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
&
I
I
7
l.-"El
C¿rstelletclel Porquet", por I. Ballester Tormo.
!.-"9¡su5 notes sobre el poblat ibéric de Sant Miquel de Lliria", pol D. Fletcher Valls.
S.-"Estudis d'art oliginali. Els insectes en l'alt cuaternari", por M' Vidal y
López.
'C' Visedo
enterr¿rnentprehistolic al Ba¡raric del Cinc (Alcoy)", por
4.-"Ún
Moltir.
de treballs del P. j. Furgus sob¡e Prehistoria Valenciana".
5.-"Collecció
sobre las cuevas paleolíticas valencianas.-Cova Negra de Be6.-"Estudios
'Cova
del Parpalló", por
llús", por G. Viñes, F. Jordá y J. noyo Cómez, y
V. Sos Baynat y M. Vidal y López.
Luis Pericot, S. Alcobé,
7.-"Apuntes sobre las estaciones prehistóricas de la Sierra de Orihuela", por
Santiago Moreno. Con notas de N. P. Gómez Serrano.
8.-"Sobré un interesante vaso escrito de San Miguel de Líria", por P. Beltrtin
Villagrasa.
9.-"El lnterlamiento en cueva de Rocafort", pol I. Ballester To¡mo, con el
estudio de un cráneo por el Dr'. S. Alcobé.
10.-"Comunicaciones def SIP al Primer Congreso Arqueológico de Levante",
por Francisco Jordá, I-. Pelico-t,M. Vidal, E. Pla, J' Alcácer', I' Ballester,
C. Visedo, V. Pascual y D. Fletcher
11.-"La covacha de Llatas (Andilla)", por F. Jordá y J. Alcácer.
I2.-"Cova de la Sarsa (Bocairente)", por J. San Valero Aparici.
13.-"Reperto¡io de Bibliografía Arqueológica Valenciana, I", pol D. Fletcher y E. Pla.
14.-"Repertorio de Bibliografía Arqueológica Valenciana, II" (en-prensa)' 15.-"Lai pinturas mpestres de Dos Aguas (Valencia)", por F. Jordá y I. Alcácer.
16.-"El plomo escrito de La Bastida de les Alcuses (l\{ogente)", por P' Beltrán
Villaglasa.
PUBLICACIONES DIVERSAS
"La cova clel Parpalló (Ganclía)".-Excavaciones del SIP de la Excma. Diputación Plovincial de Valencia, por D. Luis Pericot García. - Madrid, 1942.
Obra <¡ue obtuvo el Premio Martorell. Publicada por el Consejo Superior
de Investigaciones Científicas.
"Corpus Vasorum Hispanorum.-La cerámica ibérica del Cer¡o de San Miguel
de Liria", por I. Ballestet Tormo, D. Fletcher, E. Plá, F. jordá y J. Alcácer (en culso de publicación por el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas).
"Nociones de Prehistoria", por D. Fletcher. Publicación de la Institución "Alfonso el Magnánimo", de la Excn-ra. Diputación de Valencia.
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ltrrprenta
Provincial.
- Valgncla
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