Castellet de Bernabé. Lliria. 1983
26-11-198304-12-1983Vicente Pascual Pérez
La excavación del «Castellet de Bernabé» presentaba diversos problemas: en primer lugar, la zona expoliada, que constituía la mayor parte del yacimiento, necesita de la dedicación de los investigadores durante una larga campaña, con abundante mano de obra, para limpiar y esclarecer las estructuras de la zona removida; por otra parte, urge realizar unos sondeos estratigráficos en varios puntos que permanecen intactos aún, a fin de poder datar el poblado y determinar los posibles niveles de ocupación (...).
En la visita realizada el 19 de noviembre anterior, se vio, expoliado y al descubierto, un departamento que mostraba un conjunto de materiales y de técnicas constructivas, en un estado de conservación infrecuente en yacimientos de esta época: paredes de adobes de una considerable altura, más de un metro, con restos de enlucido, así como gran número de adobes de distintos composiciones y formatos, etc.
La única estructura descubierta en este departamento fue un zócalo o banco triangular, en el ángulo noreste, construido en piedras y rematado por dos hiladas de adobes (...).
En busca de más datos sobre estructuras y sistemas de construcción, se abrieron dos catas contiguas al Departamento 1, por su parte sur y oeste, ambas de 2'50 m. de lado, y a pesar de que allí el terreno había sido también removido. La primera, al sur del Departamento 1, mostró un espacio bien delimitado por la muralla y el muro sur, en cuya base había una formación de piedras, a modo de zócalo, de hacia 0'50 m. de ancho por 0'20 de alto.
En cuanto a la segunda cata, abierta junto al citado muro oeste, puso de manifiesto la existencia de un zócalo de piedra, de 0'35 m de ancho por O' 10 de alto, adosado a la cara interna de la muralla, pero no se encontraron muros por los cortes oeste ni sur.
En conjunto, los resultados han desbordado las más óptimas expectativas en cuanto a materiales y técnicas constructivas ibéricas, mostrando, aun en la ínfima parte que se ha podido salvar, una depuración y riqueza de materiales arquitectónicos sin parangón en los poblados coetáneos conocidos, debiéndose destacar que se han podido detectar indicios de coexistencia de técnicas evolucionadas con otras de mayor /rusticidad, lo que hace de este yacimiento un lugar idóneo para el estudio de tales temas en el mundo ibérico.
Finalmente se debe destacar, aun sin estar apoyados en datos concluyentes, que los materiales cerámicos recogidos inclinan a la excavadora a datar el poblado de el <> en torno al siglo II a.C., sin que por el momento se puedan hacer mayores precisiones en torno a los orígenes o al momento final del poblado, puesto que la ausencia de monedas y de cerámicas importadas objetivos favoritos de los rebuscadores clandestinos en la zona excavada, dificulta una cronología más rigurosa.
(La labor del Servicio de Investigación Prehistórica y su Museo en el pasado año 1983, pp. 52-56).
En la visita realizada el 19 de noviembre anterior, se vio, expoliado y al descubierto, un departamento que mostraba un conjunto de materiales y de técnicas constructivas, en un estado de conservación infrecuente en yacimientos de esta época: paredes de adobes de una considerable altura, más de un metro, con restos de enlucido, así como gran número de adobes de distintos composiciones y formatos, etc.
La única estructura descubierta en este departamento fue un zócalo o banco triangular, en el ángulo noreste, construido en piedras y rematado por dos hiladas de adobes (...).
En busca de más datos sobre estructuras y sistemas de construcción, se abrieron dos catas contiguas al Departamento 1, por su parte sur y oeste, ambas de 2'50 m. de lado, y a pesar de que allí el terreno había sido también removido. La primera, al sur del Departamento 1, mostró un espacio bien delimitado por la muralla y el muro sur, en cuya base había una formación de piedras, a modo de zócalo, de hacia 0'50 m. de ancho por 0'20 de alto.
En cuanto a la segunda cata, abierta junto al citado muro oeste, puso de manifiesto la existencia de un zócalo de piedra, de 0'35 m de ancho por O' 10 de alto, adosado a la cara interna de la muralla, pero no se encontraron muros por los cortes oeste ni sur.
En conjunto, los resultados han desbordado las más óptimas expectativas en cuanto a materiales y técnicas constructivas ibéricas, mostrando, aun en la ínfima parte que se ha podido salvar, una depuración y riqueza de materiales arquitectónicos sin parangón en los poblados coetáneos conocidos, debiéndose destacar que se han podido detectar indicios de coexistencia de técnicas evolucionadas con otras de mayor /rusticidad, lo que hace de este yacimiento un lugar idóneo para el estudio de tales temas en el mundo ibérico.
Finalmente se debe destacar, aun sin estar apoyados en datos concluyentes, que los materiales cerámicos recogidos inclinan a la excavadora a datar el poblado de el <
(La labor del Servicio de Investigación Prehistórica y su Museo en el pasado año 1983, pp. 52-56).